Foto: @amandaDnunn/Twitter Russell Bishop era amigo de la familia de las niñas y ayudó en la búsqueda después de su desaparición  

Un juez sentenció a 36 años de prisión a Russell Bishop, mejor conocido como “el monstruo de las niñas en el bosque”, por haber violado y estrangulado a dos menores británicas en octubre de 1986.

La historia comenzó con la desaparición de las pequeñas Nicola Fellows y Karen Hadaway mientras jugaban en el Wild Park de la ciudad británica de Brighton. Cuando sus padres se dieron cuenta que no llegaban a casa, llamaron a la policía para iniciar la pesquisa.

Policías y vecinos, entre ellos Bishop, acudieron en la búsqueda de las menores durante toda la noche, pero solo encontraron una sudadera sucia azul de hombre. La sorpresa llegaría a la mañana siguiente, cuando encontraron el cuerpo de las dos menores con signos de violación y estrangulamiento.

Las autoridades locales detuvieron a Bishop tres semanas después, debido a que había sido visto en el parque aquella tarde. Sin embargo, fue absuelto pues las pruebas de los peritos no comprobaron su culpabilidad en los hechos.

Los peritos se olvidaron de medir la temperatura de los cadáveres para saber la hora cuando fueron asesinadas, no realizaron tomas de sangre, ni huellas dactilares del homicida, para compararlos con las encontradas en los cuerpos de las víctimas.

Russell Bishop había sido sentenciado por la violación de otra menor

Tres años después de su liberación, Bishop nuevamente violó a una niña de 7 años, a quien creyó haber asesinado y huyó del lugar. Sin embargo, la menor sobrevivió y logró identificar a su violador, por lo que se le sentenció a cadena perpetua con un mínimo de 14 años en la cárcel; aunque, el caso de las menores de Wild Park seguía impune.

Todo parecía perdido, hasta que se realizó un cambio en las leyes británicas donde permitía a las autoridades reabrir un caso ya juzgado cuando aparecieran pruebas nuevas y concluyentes: el ADN de Bishop había sido encontrado en la piel de Karen Hadaway.

Menores secuestradas en 1986.

Bishop, de 52 años, se declaró inocente, pero el jurado lo condenó a prisión. En ese momento, la familia de las niñas asesinadas encontraron justicia.

Con información de medios

aetc