En la década de los 80’s el ahora presidente ruso, Vladimir Putin, prestó servicios de espionaje al extinta URSS en la Alemania Oriental de la Guerra Fría como un trabajo en conjunto KGB–Stasi.
La Stasi era una agencia que tenía la fama de vigilar cuidadosamente a los ciudadanos alemanes. La KGB, el servicio de inteligencia rusa, a finales de la Guerra Fría procuraba atención especial al sabotaje comercial de EU-China.
En 1985, la última década en la que estuvo erguido el Muro de Berlín, Putin se presentó en la ciudad Dresde como agente activo del Comité para la Seguridad del Estado (KGB) y años después (2018) es cuando se encuentra su identificación en esa misma ciudad.
De acuerdo a informes de la BBC, la KGB y la Stasi tenían 30 espías en Alemania Oriental, de entre ellos el actual presidente ruso quien se retiró de ahí en la caía del muro (1989).
Regresó a su país y fue nombrado jefe de la KGB, después, en el 2000 se convirtió en presidenta, puesto que tiene hasta ahora (excepto entre 2008 a 2012, que fue primer ministro ruso).
jhs