No será un simple informe, un acto protocolario.

Hoy la ceremonia en la Suprema Corte concentrará la atención pública por razones políticas y mucho más.

El postrero mensaje del ministro Luis María Aguilar como presidente del máximo tribunal  debe definir la independencia del Poder Judicial.

Pero lo dará en condiciones de desventaja, al menos mediáticamente.

Desventaja ante quien ha puesto en entredicho la soberanía de ese órgano y encabeza un asedio sin precedentes históricos.

Ante la sociedad y en encuestas propias, Andrés Manuel López Obrador acude como ganador del primer pulso con los ministros.

Dueño de su agenda e intuitivo en las reacciones, el Presidente asistirá al acto por cortesía, pero desafiará la tradición de convivencia entre Poderes.

Convivencia, valga el recuerdo, a punto de romperse cuando el ministro Juan Silva Meza intentó marcar distancia de Enrique Peña Nieto.

NADA DE COMER, Y SÍ SE IRÁ

Andrés Manuel López Obrador invertirá la conseja foxiana del comes y te vas.

El tabasqueño se irá antes de comer.

En la forma está el fondo.

Sorpresa sería si, fuera de agenda, opta por quedarse para mandar un mensaje de conciliación y, en la plática, iniciar un diálogo de distensión.

Hasta la víspera no estaba en su ánimo abrir un camino de negociación porque la moral no se negocia y se viola con los altos salarios del Poder Judicial, sobre todo de los 11 ministros.

En su percepción hay un amplio, amplísimo respaldo social a sus planteamientos de austeridad, y no lo dilapidaría con muestras de debilidad.

Como en su confrontación de campaña con los magnates de la “minoría rapaz”, quiere incrementar las simpatías populares, y esto lo fortalecerá para continuar la contracción de remuneraciones.

Hoy la disputa está concentrada en la Corte y sus integrantes, pero luego vendrán capítulos con los órganos autónomos, el INE y el Inai por delante.
Les puso en su mira desde la campaña y no cejará.

Si gana en definitiva, veremos si la victoria le da para influir en el futuro de la Corte en dos vías, nominar ministros favoritos y en el sucesor de su anfitrión de hoy, Luis María Aguilar.

No quiere un presidente conservador, y su ánimo está con Arturo Zaldívar.

AL FIN CENSAN A MIGRANTES

1. Por fin hay un censo de la avalancha de migrantes centroamericanos.
Llevan meses en México, pero ninguna autoridad se había dado a esa tarea.
Ni autoridades federales como el Instituto Nacional de Migración ni locales como la Comisión de Derechos Humanos.
El trabajo fue dirigido por la Coordinación Nacional de Protección Civil, a cargo de David León, como instrumento de apoyo en caso necesario.
La estadística crece porque todos los días ingresan guatemaltecos, hondureños, salvadoreños e inclusive nicaragüenses por la frontera sur.
También en la frontera con Estados Unidos hay movilidad, pero el número identificado con nombres y apellidos es cercano a los cuatro mil.

2. Los pobladores de Salamanca, en Guanajuato, ya saben cómo es la austeridad.
Al menos en interpretación de su presidenta municipal, Beatriz Hernández, llegada al cargo con el apoyo de Morena.
En su primer mes de Gobierno gastó 300 mil pesos en comidas con cargo al erario municipal, reportan varios medios locales.

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