Boletos muy caros, espera muy larga, y todo para que la ida de la final fuera un partido lleno de faltas, y con escasas emociones. Todo se resolverá el domingo en el mismo Estadio Azteca, pero ahora sí, ambos tienen la obligación de marcar al menos un gol, si no quieren mandar todo al alargue, o hasta los tiros desde los 11 pasos.
Después de algunos días de espera, y de mucho hablar de ambos conjuntos, se llevó a cabo la primera parte de una final esperada por millones de fanáticos.
El arranque de la final fue trepidante, con un Cruz Azul que sabe su condición de líder de la tabla general, y que está consciente de la responsabilidad de dejar atrás una racha de 21 años sin un campeonato de Liga MX.
Comenzó la polémica arbitral desde el minuto siete, y es que el zaguero del Azul, Igor Lichnovsky se olvidó por completo de la pelota, y conectó una certera patada estilo kung fu sobre Bruno Váldez, pero el silbante Fernando Guerrero se hizo de la vista gorda.
Corría el minuto nueve, y un desborde por la banda derecha del español Edgar Méndez causó un gran daño. El ibérico se quitó dos hombres, y mandó un centro con mucha intención para que Julio César Domínguez rematara pleno frente a Agustín Marchesín, y el arquero azulcrema se estiró con su 1.88 de estatura para mandar el balón a tiro de esquina.
Luego de un inicio con muchas llegadas de ambos lados, el duelo se calmó un poco, pero en el terreno de juego se notaba la gran rivalidad deportiva entre ambos, y comenzaron algunas faltas, y aparecieron las cartulinas amarillas.
La segunda mitad comenzó con la misma intensidad de la primera, y apareció el talento de los porteros. Tanto Marchesín como Corona se emplearon a fondo para salvar sus vallas.
Las acciones se empezaron a tornar muy ríspidas, y pasados los 55′, y se dio una jugada muy desafortunada. Uribe peleó la pelota en media cancha, y luego de caer muy descompuesto, sufrió una aparatosa lesión de la rodilla.
Ante la necesidad de llegar al juego de vuelta con cierta ventaja de los dos equipos, comenzaron a buscar con un poco más de energía la anotación, aunque eran más los momentos en media cancha.
Las redes sociales reaccionaron de inmediato ante un partido que fue de más a menos, y las comparaciones con la final entre equipos regios de hace un año se dio de inmediato. Tigres y Rayados anotaron tres goles en la primera parte en el duelo de ida. Ayer todo acabó sin goles y poco futbol.
LEG