Queridos lectores, se nos acaba el año y se nos olvidan las cosas, pero aquí está su amigo el Duende Preguntón para recordarles que tenemos cicatrices que aún no han cerrado.
Quince meses después del sismo del 19 de septiembre de 2017, los avances de las acciones aprobadas en la Comisión para la Reconstrucción de la Ciudad de México son mínimos, a pesar de los más de seis mil 800 millones de pesos que se aprobaron sólo para este año.
Los ex jefes de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera y José Ramón Amieva sostuvieron a Edgar Tungüí en la llamada Comisión para la Reconstrucción, y más que reconstruir, éste se encargó nada más de colocar a sus incondicionales sin importarles la falta de experiencia; quizá éste pueda ser un factor de los magros resultados.
Les cuento que hubo al menos tres funcionarios que siguieron a Edgar Tungüí desde la Secretaría de Obras y Servicios (Sobse), y obtuvieron un ascenso laboral, y en algunos casos recibieron un aumento salarial.
El propio Edgar Tungüí tenía un sueldo mensual de 73 mil 364 pesos en la Sobse, y en la Comisión para la Reconstrucción sus ingresos llegan a los 102 mil 884 pesos, un aumento de 29 mil 520 pesos, que representan un incremento de 40%, el segundo salario más alto del gobierno capitalino; sólo lo supera el jefe de Gobierno.
A su vez, Tungüí designó a Salvador Martínez Silva como coordinador general de Gestión Administrativa y de Financiamiento para la Reconstrucción y Recuperación, quien antes era el director de Comunicación Social de la Sobse se convirtió en el responsable de los contratos, convenios y finanzas de la Comisión de la Reconstrucción.
Edgar Tungüí también nombró a David Osvaldo Cruz Velasco, un joven recién egresado de ingeniería civil en la ESIME Zacatenco como subdirector de Integración de Información e Indicadores, que antes se desempeñó como “ayudante de laboratorio de mecánica de suelos”, pero eso sí, en su perfil de Facebook presume su foto con el funcionario capitalino que le dio trabajo.
El salto de la secretaría a la comisión le tocó a Judith Rodríguez de Rueda, quien fue asesora de Edgar Tungüí en “asuntos gremiales”, donde era responsable de “apoyo logístico de reuniones con distintas asociaciones, sociedad, colegios y universidades vinculados al gremio de la ingeniería civil, y luego fue directora de Operación en la Comisión para la Reconstrucción.
Mientras los resultados de la gestión de Tungüí y sus incondicionales en la Comisión y las dependencias capitalinas fueron minúsculos, sus resultados como agente de colocación de sus cercanos constituyeron un éxito.
Acciones contempladas en la reconstrucción arrojaron resultados de pena. Por ejemplo, el estudio de mecánica de suelos en las alcaldías de Xochimilco, Tláhuac e Iztapalapa encargado al Instituto para la Seguridad de las Construcciones apenas alcanzó 2% de avance hasta el cierre de la pasada administración; el retiro de anuncios de azoteas encargado al Instituto de Verificación Administrativa llevaba 0%.
EN EL BAÚL: si bien es cierto que con el triunfo rotundo en la capital del país, Morena extirpó a grupos de poder perredistas que prácticamente se jineteaban la nómina de las dependencias entre sus agremiados, sería bueno saber si esto también va a aplicar para ex del sol azteca, conocidos por pagar favores con puestos del Gobierno y que hoy son el brazo fuerte del partido lopezobradorista… Dependencias como el Registro Civil fueron botín tanto de perredistas como de morenistas; habrá que mantener muy vigilada la nómina.
¡¡¡Regresarééé!!!