Foto: Reuters Una investigación aún en curso emprendida por la oficina de la procuradora general de Illinois reveló que las seis diócesis católicas en esta entidad han recibido denuncias de abuso sexual de al menos 500 sacerdotes y miembros del clero  

Chicago.- Una investigación aún en curso emprendida por la oficina de la procuradora general de Illinois reveló que las seis diócesis católicas en esta entidad han recibido denuncias de abuso sexual de al menos 500 sacerdotes y miembros del clero.

 

Además, el documento señaló que 185 curas y religiosos fueron identificados públicamente como acusados “creíblemente”.

 

Al dar a conocer este miércoles los resultados preliminares de la investigación, la procuradora general de Illinois, Lisa Madigan, indicó que “porque sé que la Iglesia a menudo ha ignorado a los sobrevivientes de las agresiones sexuales del clero, quiero compartir los hallazgos iniciales de nuestro trabajo”.

 

“Si bien los resultados son preliminares, demuestran la necesidad y la importancia de continuar con esta investigación”, indicó Madigan en un comunicado.

 

La oficina de la procuradora comenzó su investigación en agosto pasado, luego de la publicación de un informe de un gran jurado de Pensilvania, que describe el alcance del abuso sexual infantil por parte del clero en esa entidad.

 

Desde entonces investigadores de la Oficina de la procuradora de Illinois han hablado o se han reunido con obispos, abogados y representantes diocesanos de las seis diócesis de Illinois, incluidas la Arquidiócesis de Chicago y las diócesis de Belleville, Joliet, Peoria, Rockford y Springfield.

 

La oficina de Madigan también ha revisado miles de páginas de documentos y archivos de cada diócesis, incluidos los procedimientos diocesanos para recibir e investigar denuncias de abuso.

 

Al comienzo de la investigación, sólo dos de las diócesis habían publicado una lista de clérigos que esas sedes eclesiásticas había determinado que estaban “creíblemente” acusados de abusar sexualmente a menores.

 

Como resultado de la investigación, las otras cuatro diócesis de Illinois han recabado y publicado listas similares.

 

También como resultado de que la oficina de la procuradora revisó los archivos de la diócesis durante los últimos cuatro meses, las diócesis han agregado 45 clérigos a las listas de aquellos que han sido acusados “creíblemente”, dando como resultado un total de 185 miembros del clero identificados públicamente por las diócesis.

 

La procuradora anticipó que serán divulgados nombres adicionales a medida que continúe la investigación de su oficina. Sobre la base de la revisión preliminar de los archivos de las diócesis, se encontró que hay al menos otros 500 clérigos de los que las diócesis de Illinois han recibido denuncias.

 

La investigación reveló que las denuncias con frecuencia no han sido investigadas adecuadamente por las diócesis o no han sido investigadas en absoluto.

 

En muchos casos, la Iglesia no notificó a las autoridades policiales o al Departamento de Servicios para Niños y Familias (DCFS) sobre las denuncias de abuso sexual infantil.

 

Una de las razones comunes por las que las diócesis han advertido que no se investigue una acusación es que el sacerdote o miembro del clero falleció o ya había renunciado en el momento en que se informó por primera vez a la diócesis del abuso sexual infantil.

 

“Al elegir no investigar a fondo las denuncias, la Iglesia católica no ha cumplido con su obligación moral de proporcionar a los sobrevivientes, feligreses y al público un informe completo y preciso de todos los comportamientos sexuales inapropiados que involucran a los sacerdotes en Illinois”, dijo Madigan.

 

“La falta de investigación también significa que la Iglesia católica nunca ha hecho un esfuerzo para determinar si la conducta de los sacerdotes acusados fue ignorada o encubierta por los superiores”.

 

Si bien la investigación está en curso, los hallazgos también proporcionan un documento crítico para el debate, ya que la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos planea reunirse para un retiro de una semana en la comunidad de Mundelein, Illinois, al norte de Chicago, en enero próximo.

 

“Las etapas preliminares de esta investigación ya han demostrado que la Iglesia Católica no puede controlarse a sí misma”, dijo Madigan. “Las denuncias de abuso sexual de menores, incluso si se derivan de una conducta que ocurrió hace muchos años, no se pueden tratar como asuntos internos de personal”.

 

fahl