La carne del pavo sobresale por su aporte nutricional, además de ser baja en grasas y colesterol. Criados por docentes y estudiantes de Medicina Veterinaria y Zootecnia (MVZ) de la Facultad de Estudios Superior Cuautitlán de la UNAM, tras el proceso de investigación realizan la venta de pavos durante la época navideña.
Aunque el pavo es originario de México, en Virginia, Estados Unidos se cría el huevo para mejorarlo genéticamente; cuatro semanas después, la FES Cuautitlán adquiere sus crías, para que los estudiantes lleven a cabo sus prácticas profesionales.
“El grueso de los muchachos viene de medios urbanos, por lo que la relación entre los futuros médicos y, en este caso, las parvadas, es primordial”, explicó Valentino Villalobos García, jefe del Centro de Enseñanza Agropecuaria.
Con 14 módulos de producción, a mitad del año, cerca de 150 alumnos comienzan sus prácticas, que consisten en un cuidado diario donde deben revisar que la parvada no contraiga enfermedades, suministrar agua y alimento, además de adecuar la temperatura a los corrales.
“Muelen cacahuate y lo mezclan con el alimento, lo que lo hace rico en proteína y energía”, detalló Valentino Villalobos sobre uno de los procesos que desarrollan los estudiantes.
José Carlos Ávila Arreola, técnico e investigador del módulo de aves, puntualizó que en la FES Cuautitlán se realizaron investigaciones para la crianza del ave, pero hacerlo implicó trabajo de diez años y un presupuesto con el que no se cuenta.
Tras el objetivo de investigación y docencia, en la Facultad consideran la venta de pavos para la época navideña, a través de su módulo de ventas ubicados en el campo 4 de la FES.
A diferencia de otros productos, los pavos no llevan más de 30 días de congelación, pues el 90 por ciento de éstos se venden en la primera y segunda semana de diciembre. A decir de Villalobos García, el kilo del ave se vende entre los 80 y 85 pesos, mientras que el 10 por ciento de su carne se utiliza para la elaboración de jamón, salchicha y chistorra.
LEG