El Papa Francisco recibió hoy a Nadia Murad, ex esclava del Estado Islámico (EI) y ganadora del premio Nobel de la Paz, en una audiencia privada celebrada en la biblioteca del ponfítice en el Palacio Apostólico del Vaticano.
En el encuentro, de aproximadamente media hora, Murad estuvo acompañada por su marido, Abid Shamdeen.
Tras ser liberada de cautiverio en manos del EI, que incluyó violaciones, torturas, prisión y el asesinato de su familia, Murad, integrante del pueblo yazidí, se ha convertido en embajadora de la Organización de las Naciones Unidas y promotora de la lucha contra los crímenes de guerra.
Murad ya había saludado a Jorge Mario Bergoglio el 3 de mayo de 2017, al participar en una audiencia pública en la Plaza de San Pedro, ocasión en la que planteó detalles de la violencia del EI contra el pueblo yazidí y su historia personal como víctima del Estado Islámico, junto con otras muchas jóvenes.
Este jueves, Murad se arrodilló para saludar a Francesco y le entregó una copia de “La última muchacha”, libro que relata su vida desde agosto de 2014, cuando fue capturada por las fuerzas del EI que invadieron su aldea, Kocho, en el norte de Irak.
Los yihadistas asesinaron unos 600 hombres en una plaza y secuestraron a las mujeres para convertirlas en esclavas sexuales, cuando Murad era menor de edad y vio morir a su madre y sus seis hermanos.
Luego, con otras dos hermanas, fue transportada a Mosul donde con otras mujeres fue sometida a toda clase de atrocidades, vendida y comprada varias veces como esclava, y tres meses después logró huir.
Murad habló este jueves de la tragedia de su pueblo al líder católico, quien ha defendido más de una vez públicamente a los yazidíes, adviertiendo que “es inaceptable que seres humanos sean perseguidos y asesinados por su pertenencia religiosa”.
DAMG