La Casa Blanca desestimó que el retiro de los efectivos militares estadunidenses de Siria abrirá la puerta para un resurgimiento del Estado Islámico y rechazó que el presidente Donald Trump tendrá alguna responsabilidad si tal escenario se materializa.
“La idea de que el presidente tendría que ver con ayudar a ISIS a reemerger es absolutamente indignante”, dijo la secretaria de prensa, Sarah Sanders, y advirtió que la fortaleza militar de Estados Unidos es tal que si el grupo intenta atacar a Estados Unidos será destruido.
Trump anunció de manera atropellada el miércoles el retiro de las dos mil tropas presentes en Siria ante el malestar de altos funcionarios del Departamento de Defensa encabezados por el Secretario, James Mattis, así como legisladores de su partido.
Menos de 24 horas después de ese anuncio, el mandatario dio a conocer el retiro de Mattis como Secretario de Defensa, quien renunció al cargo en desacuerdo con esa y otras acciones de Trump.
Sanders aseguró que el retiro obedece a que Estados Unidos ha cumplido su misión de destruir al Estado Islámico, haciendo notar como gracias a la campaña de bombardeos aéreos de Estados Unidos y sus aliados el grupo yihadista ha perdido 92 por ciento del territorio que llego a controlar.
“Nuestro objetivo para estar y permanecer en Siria fue derrotar a ISIS. Derrotar al califato territorial. Un 99 por ciento de ISIS ha sido borrado de Siria. El presidente no quiere estar en medio de otra guerra civil en Medio Oriente que ponga vidas estadunidenses en peligro”, dijo en entrevista con la televisora FOX.
Sin embargo, fuentes de El Pentágono revelaron el mismo miércoles que el Estado Islámico cuenta aún con una fuerza de combatientes que puede alcanzar los 30 mil por lo que el grupo puede reagruparse, aunque a decir de expertos, este sería un proceso de años.
Durante la pasada campaña presidencial Trump acusó al presidente Barack Obama de haber sido el fundador del grupo yihadista, y a Hillary Clinton de ser cofundadora, asegurando sin prueba alguna, que el grupo terrorista honraba al exmandatario.
Sander insistió que el retiro no debería resultar sorpresivo porque fue una promesa de campaña de Trump, quien ha insistido que es tiempo para que otros asuman la tarea de combatir al Estado Islámico, citando a Rusia e Irán, los dos principales aliados militares de Siria.
“Cualquiera que diga que está sorprendido por este, simplemente han estado viviendo bajo una piedra. El presidente ha estado hablando de esto en la campaña, y ha insistido seis meses atrás. El quiere traer a las tropas de regreso a casa”, señaló.
jhs