El Gobierno de México aseguró hoy que actuará en “ejercicio pleno” de su soberanía, al salir al paso de las críticas en el sentido de que cedió a la presión de Washington al aceptar migrantes extranjeros que sean devueltos por Estados Unidos.
“Reiteramos nuestro deseo de mantener una muy buena relación con el Gobierno de Estados Unidos, una relación de amistad, de cooperación para el desarrollo”, declaró el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, en su conferencia de prensa matutina.
Y al mismo tiempo, añadió, “mantener nuestros principios de defensa y de respeto a los derechos humanos de los migrantes”.
El jueves pasado, el Gobierno del presidente estadounidense Donald Trump anunció que devolverá a México a los migrantes que accedan al país irregularmente por la frontera común, incluidos los solicitantes de asilo, mientras se completan sus procedimientos migratorios.
En la rueda de prensa de hoy, el canciller mexicano Marcelo Ebrard leyó un comunicado conjunto de las secretarías de Relaciones Exteriores y de Gobernación en el que se afirma que el Gobierno de México “tomará las medidas pertinentes en el ejercicio pleno de nuestra soberanía y en apego a nuestro marco jurídico”.
“Por lo anterior, el Gobierno de México solicitará -a la brevedad posible- a las autoridades estadounidenses mayor información sobre su propuesta de retorno de personas con un citatorio para comparecer en una corte de los Estados Unidos de una manera ordenada y segura”, indicó.
Asimismo, reiteró que “México no ha aceptado en ninguna condición, ni de jure ni de facto, el estatus de Tercer País Seguro para personas que ingresen a nuestro territorio” buscando acceder a Estados Unidos.
“Un acuerdo de Tercer País Seguro es un compromiso internacional con carácter vinculante suscrito por medio de un tratado bilateral. México no acepta ni aceptará firmar un tratado que lo ponga en esas circunstancias”, abundó.
Subrayó que “un tratado Tercer País Seguro significaría que todos los migrantes, todos, de cualquier lugar del mundo que transiten por México para pedir asilo sean regresados a nuestro país con la única opción de pedir refugio en México”.
Por su parte, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, aseguró que la política migratoria del Gobierno de López Obrador prevé que el ingreso de migrantes extranjeros se realice de forma “ordenada, segura y regulada”.
“Es decir, no más violaciones, ni vejaciones, ni humillaciones a los migrantes, ni tampoco tienen por qué pasar en forma ilegal, sino ordenada y pacífica, y regulada, con respeto irrestricto a sus derechos humanos”, explicó.
Las declaraciones de hoy parecen una réplica a las críticas vertidas a raíz de que el jueves pasado, el día en que Washington dio a conocer su resolución, la Secretaría de Relaciones Exteriores anunció que el país latinoamericano aceptaría a algunos migrantes devueltos por el vecino país del norte.
La institución señaló que el Gobierno autorizará, “por razones humanitarias y de manera temporal, el ingreso de ciertas personas extranjeras provenientes de Estados Unidos que hayan ingresado a ese país por un puerto de entrada o que hayan sido aprehendidas entre puertos de entrada”.
También están incluidas las personas “que hayan sido entrevistadas por las autoridades de control migratorio de ese país (EE.UU.), y hayan recibido un citatorio para presentarse ante un juez migratorio”.
El anuncio de Washington y la aparente aceptación de México despertaron suspicacias, especialmente porque ambos parecieron orquestados. El martes pasado ambos gobiernos habían anunciado en una declaración conjunta inversiones multimillonarias en Centroamérica y el sur de México para fomentar el progreso y frenar la migración.
“Se está cayendo en el juego de Estados Unidos de aceptar sus condiciones, y sorprende mucho en el gobierno de Andrés Manuel”, dijo entonces a Efe la coordinadora del programa de Asuntos Migratorios de la Universidad Iberoamericana en Ciudad de México, Mariana Zaragoza.
En un principio la medida no beneficia a los migrantes porque México “no es seguro” y, además, el fin último de ellos es cumplir con el sueño americano. apuntó.
Adicionalmente, en la fronteriza ciudad de Tijuana hay ya una gran lista de espera de migrantes que desean solicitar asilo en Estados Unidos y se encuentran en albergues bajo “condiciones de precariedad”.
“Es una bomba de relojería”, aseguró.
El semanario Proceso publicó el domingo un reportaje titulado “Trump doblegó a AMLO (López Obrador)”, y señaló que “pese a los eufemismos de la cancillería que encabeza Marcelo Ebrard, en materia migratoria México será una sala de espera temporal para los centroamericanos que solicitan asilo en Estados Unidos”.
La publicación sostuvo que Trump volvió a imponer sus condiciones a México”, mismas que el Gobierno Mexicano aceptó “para evitar problemas en la relación bilateral”.
jhs