Foto: Reuters / Archivo Es por esta razón que a pesar de registrarse nevadas, en realidad se pierde más hielo del que se gana y acumula  

A pesar de que se han registrado más nevadas de lo acostumbrado durante el último siglo, la capa de hielo en la Antártida presenta una importante pérdida de material, lo que se ha traduce en un incremento del nivel del mar en el mundo.

 

Así lo revela un estudio de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés), el cual se llevó a cabo ante el registro de una mayor cantidad de nieve en los últimos meses.

 

De acuerdo con información de la glacióloga del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, esto se debe a que las capas de hielo están desequlibradas, ya que anualmente pierden más hielo de lo que ganan cada año.

 

Con base en su estudio publicado en la revista Nature Climate Change, una gran cantidad del hielo que se pierde del óceano Antártico es lo que ha propiciado el aumento del nivel del mar durante el siglo XX.

 

Sin embargo, la masa de hielo adicional de la Antártida obtenida de las nevadas, representa casi un tercio de su pérdida de hielo actual, por lo que se puede concluir que la Antártida no está creciendo, sino que está perdiendo masa “incluso con la nevada adicional”.

 

De acuerdo a la investigación, las capas de hielo polar crecen a través de la acumulación de nieve y disminuyen por la fusión y la producción de icebergs (grandes masas de hielo flotantes). Es por esta razón que a pesar de registrarse nevadas, en realidad se pierde más hielo del que se gana y acumula, por lo que se estima que la pérdida de hielo está causando actualmente alrededor de la mital del aumento observado a nivel del mar.

 

La científica Brooke Medley advirtió que las nevadas son difíciles de medir sobre la Antártida, debido principalmente a que hay pocas estaciones meteorológicas en el continente congelado y la mayoría de ellas están instaladas a lo largo de la costa.

 

En segundo lugar, refirió que los satélites tienen dificultades para medir la nieve desde el espacio, y básicamente confunden la que cae con la que ya está en el suelo.

 

Los modelos climáticos luchan por replicar la cantidad total de nieve que cae sobre la Antártida cada año, de ahí que los científicos tengan que confiar en núcleos de cielo, que son los cilindros de hielo perforados de la capa de hielo, y cuyas capas almacenan información.

 

Mediante este sistema, Medley y su colega, Elizabeth Thomas, de British Antarctic Survey, reconstruyeron la cantidad de nieve que cayó sobre todo el continente Antártico e islas cercanas desde 1801 a 2000 con 53 núcleos de hielo y tres reanálisis atmosféricos.

 

A grandes rasgos, encontraron que la acumulación de nieve incrementó en el siglo XX hasta 0.04 pulgadas por década y que la tasa aparentemente se dobló después de 1979, lo que revela un cambio inusual en las nevadas, en el contexto de los últimos 200 años.

 

De acuerdo con los últimos estudios, el incremento de estas nevadas, se debe en parte a un cambio en la circulación atmosférica que se deriva del derretimiento del Ártico, así como al calentamiento generado por el agujero en la capa de Ozono.

 

Sin embargo, este mismo calentamiento es el que impide que esta mayor cantidad de nevadas se acumule y comprima, propiciando un mayor deshielo.

 

Advirtió que buscarán comprender cuál es el comportamiento final que tendrá la atmosfera en el transcurso de los próximos años, para ver si es posible lograr nuevos modelos más confiables que permitan hacer un pronóstico sobre la forma en que se comportará la capa de hielo de la Antártida en el futuro.

 

 

jhs