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De manera sorpresiva se anunció hoy la renuncia del director y de la vicedirectora de la sala de prensa del Vaticano, en medio de un cambio de rumbo en las estructuras de comunicación de la sede de la Iglesia Católica.

En una breve nota oficial este lunes, se informó que el Papa Francisco decidió aceptar las renuncias de Greg Burke y Paloma García Ovejero, luego de permanecer en el cargo por casi dos años y medio.

Ellos llegaron a sus respectivos puestos el 11 de julio de 2016 y sus nombramientos fueron presentados como la renovación en las comunicaciones papales bajo el pontificado del argentino Jorge Mario Bergoglio, tomando en cuenta que ambos son laicos y periodistas de profesión.

Pero eran otros tiempos: en ese entonces el prefecto del Dicasterio para Comunicación del Vaticano era Darío Edoardo Viganó, un sacerdote italiano especializado en temas de cine que logró acaparar todo el poder y provocando no pocos cortocircuitos internos.

La reforma en los medios de la Santa Sede avanzó a paso lento, con numerosos contragolpes. Un clamoroso error en el manejo público tendencioso de una carta del Papa emérito Benedicto XVI determinó la caída del propio Viganó, en marzo pasado.

A partir de este cambio, inició una nueva etapa en materia comunicativa con la llegada al Dicasterio para la Comunicación del prefecto Paolo Ruffini, periodista italiano y con las más recientes incorporaciones del vaticanista Andrea Tornielli como director editorial y de Andrea Monda como director del diario vaticano L’Osservatore Romano.

Pero nadie había anticipado la salida de Burke y García Ovejero. El primero, miembro del Opus Dei, fue corresponsal de varios medios estadounidenses (entre otros la cadena Fox) antes de ser nombrado asesor de comunicaciones de la Secretaría de Estado en junio de 2012.

Su llegada a la principal oficina de gobierno de la política interna y externa del Vaticano ocurrió aún durante el pontificado de Benedicto XVI y fue consecuencia del primer “vatileaks”, el escándalo por la filtración de papeles confidenciales del Papa.

Casi cuatro años después y ya en el papado de Francisco, el 1 de febrero de 2016 fue designado como vicedirector de la Sala de Prensa de la Santa Sede, cuando el director era todavía el sacerdote jesuita Federico Lombardi.

El 11 de julio siguiente se anunció su designación en lugar de Lombardi y la llegada como vicedirectora de García Ovejero, quien hasta entonces se desempeñaba como corresponsal de la cadena española de radio COPE.

Con el anuncio de la salida de ellos dos, la Santa Sede anunció la designación como director “ad interim” de la Sala de Prensa del periodista italiano Alessandro Gisotti, hasta ahora coordinador de las redes sociales del Dicasterio para la Comunicación.

“Paloma y yo hemos renunciado, con efecto al 1 de enero. En este tiempo de transición en las comunicaciones del Vaticano, pensamos que es lo mejor que el Santo Padre esté completamente libre para conformar un nuevo equipo”, escribió Burke en su perfil de la red social Twitter.

“Nuevo año, nuevas aventuras”, agregó en otro tuiteo. Por su parte, Paloma García Ovejero precisó, también en la red social: “Termina una etapa. ¡Gracias, Santo Padre, por estos dos años y medio! Gracias, Greg, por tu confianza, tu paciencia y tu ejemplo”.

aetc