Concluyó el 2018 con movimientos erráticos tanto en las tasas de interés como en el desempeño del mercado de capitales (“la Bolsa”), mientras que el peso mexicano recuperó 4.5% durante diciembre para concluir en $19.66 en la parte interbancaria, un nivel similar al cierre del 2017.
La bolsa registró una caída del 15.6% anual y las tasas de interés de referencia se vieron presionadas para concluir en 8.25% ante riesgos de transferencia de precios hacia el consumidor, el alza en la tasa de interés por parte de la FED y el movimiento de flujos de tenencia de inversionistas extranjeros, además de una minuta de Banxico aún con sesgo más “restrictivo”.
Para iniciar el año, China y Estados Unidos siguen el curso de reuniones para tratar de alcanzar acuerdos en materia comercial, cuya fecha límite es el 1° de marzo próximo. El gobierno americano trabaja parcialmente ante una falta de acuerdo entre el gobierno y el congreso que no permite la autorización de un nuevo techo de endeudamiento. También, asesores económicos del Presidente Trump confirmaron que a pesar de la fuerte presión y crítica a Jerome Powell por parte del presidente, éste tiene la certeza de continuar como gobernador de la FED.
Por cierto, las condiciones actuales del movimiento de flujos y tasas secundarias en el mercado americano ante una economía con cierta desaceleración, lleva a una alta probabilidad de que la FED mantenga sin cambio la tasa de referencia en 2.50% al menos por varios meses del presente año.
Estos eventos han estado generando un impacto “negativo” en el movimiento del dólar a nivel global, beneficiándose prácticamente todas las monedas. De ahí que el peso mexicano haya tenido un movimiento favorable el mes pasado. Es probable que el dólar siga con una inercia aún de cierta debilidad y ante ello, el peso podría situarse entre $19.60 y hasta $19.30 en la parte interbancaria.
Las tasas de interés podrían estar cerca de una cima “al menos” temporal y eso permitiría que las inversiones en deuda en plazos mayores a un año, que dieron un dolor de cabeza en la segunda mitad del año pasado, ahora experimenten cierta recuperación moderada. Las vemos muy ligadas al desempeño de los bonos del tesoro.
En cuanto a la bolsa, en las últimas semanas vimos un rango de actuación entre 39,300 puntos en la parte baja y 42,950 puntos como máximos recientes. Es probable que en las primeras semanas siga en ese rango sin descartar algunas reacciones máximas a 44,000 puntos. Sin embargo, un crecimiento de la economía mexicana del 2.0% anual estimado y una tasa de interés libre de riesgo del 8.25% limita el atractivo de inversión por el momento, a menos que contra lo esperado, registrar nuevas caídas haciendo nuevos mínimos en su movimiento correctivo, lo que abarataría más la parte fundamental de las empresas.
No podemos dejar de ver que el próximo 14 de enero como lo ha mencionado hasta ahora la primer ministro Theresa May, habrá una votación en un parlamento muy dividido sobre el Brexit, si se aprueba el acuerdo preliminar con la UE o se buscaría una salida “sin acuerdo”, lo que podría mover todo el escenario planteado y la volatilidad regresaría a los mercados.
Iniciamos así el 2019 como un año desafiante donde habrá riesgos y oportunidades en materia de inversión. Hoy sabemos que una inversión con tasas de rendimiento del 8.25% anual es atractiva y con riesgo mínimo. Pero las volatilidades podrán dar valor agregado en la parte de renta variable o en el tipo de cambio si hay disciplina en la inversión y sabemos esperar los momentos.