Foto: Gabriela Esquivel A unos días de haber celebrado la Navidad y haber recibido el Año Nuevo, cientos de personas acudieron a la sucursal del Nacional Monte de Piedad  

A unos días de haber celebrado la Navidad y haber recibido el Año Nuevo, cientos de personas acudieron a la sucursal del Nacional Monte de Piedad ubicada en el Centro Histórico de la capital, para empeñar sus pertenencias con el fin de pagar diferentes servicios, entre éstos, los gastos médicos personales.

Tal fue el caso de la señora Lourdes, quien ya ha asistido anteriormente al lugar para obtener dinero a cambio de sus bienes, puesto que el año pasado le fue “difícil” en materia económica, sumado a una serie de dolores en su cadera que le impiden caminar adecuadamente, por lo que asistir al lugar le permite obtener ingresos para comprar medicamentos y pagar sus consultas médicas.

“Siempre que he venido al lugar estaba más vacío. Pero ahora se juntó la gente. Yo vine porque padezco de mi cadera y tengo que pagar medicamentos y consultas. Diciembre siempre es un mes complicado. Teníamos que preparar la cena y juntar para los regalos. También eso fue”, señaló para 24 HORAS la mujer de 76 años, quien asistió al lugar apoyada de su andadera.

Provenientes del municipio de Cuautitlán Izcalli, Estado de México, la mujer optó por venir junto con su marido y su hija, quienes debido al “bajo” interés que cobra la institución a sus clientes, éstos vuelven en más de una ocasión. Y aseguró que de contar con unos cinco mil pesos, podría pagar una parte de sus medicamentos.

“Ayer (martes) estaba cerrado, pero como pensamos que no habría gente pues se nos hizo fácil venir hoy (ayer). Ya llevamos casi 40 minutos parados, pero vale la pena, porque de lo que a uno le dan, uno paga como 5% más. La fila está larga. El anillo se queda, pero después venimos por él”, apuntó la mujer, quien desde hace cuatro años asistió por primera vez al Monte.

Asimismo, hubo quienes no solamente llegaron para invertir el dinero en su salud, ya que también hubo quienes arribaron para refrendar y no dejar perder sus pertenencias, tal es el caso de Ramiro Peña, quien desde hace dos meses empeñó algunos artículos de joyería debido a una serie de “pagos pendientes”.

Con su póliza en mano, el hombre de 43 años entregó la papeleta a su esposa, y al mismo tiempo, ambos revisaron cuándo sería su próxima fecha de pago.

“Se nos ha complicado pagar. Pero los artículos tienen un gran valor para nosotros, y obviamente pues valen más de lo que nos prestaron. Vamos a hacer un esfuerzo para no dejarlos perder”, mencionó Peña.

Finalmente, en el caso de aquellos que lograron superar las extensas filas y conseguir el dinero, el reto siguiente será salir del lugar con el efectivo. “Sí nos preocupa salir de aquí con lo que nos vayan a dar, pero nada más hay que ser cautelosos y bastante discretos”, señaló Lourdes.

LEG