La nueva legislatura del Congreso de EU arrancó ayer con el control del opositor Partido Demócrata en la Cámara de Representantes y con una mayoría republicana en el Senado, en medio de un cierre que afecta a una cuarta parte del Gobierno de Donald Trump por falta de acuerdos en el tema fronterizo.
Nancy Pelosi recuperó el mazo de la Cámara baja al ser eligida como presidenta con 220 votos, por delante del candidato republicano Kevin McCarthy, que recibió 192.
Así, Pelosi retomó la posición de poder que ocupó en 2007 al convertirse en la primera mujer en dirigir la Cámara baja y ahora tendrá la oportunidad de liderar la resistencia contra Trump con la capacidad de iniciar investigaciones sobre la conducta del Ejecutivo del magnate a través de distintos comités legislativos, además de debatir sus planes migratorios y fronterizos.
“Haremos que Estados Unidos sea más estadounidense protegiendo a nuestros dreamers, patrióticos y valientes”, dijo Pelosi en su discurso de apertura.
También destacó la necesidad de reabrir parte del Gobierno, que se encuentra parcialmente cerrado desde hace 14 días, y recordó la propuesta demócrata que presentó este miércoles a Trump para poner fin a la parálisis administrativa.
“Los demócratas ofreceremos un conjunto legislativo con condiciones republicanas al Senado para reabrir la Administración para satisfacer las necesidades del pueblo estadounidense, proteger nuestras fronteras y respetar a nuestros trabajadores”, indicó Pelosi tras ser confirmada en su nuevo cargo.
Como primera acción la Cámara de Representantes se perfilaba para aprobar una legislación que reabriría el gobierno federal, pero se espera que el cierre parcial que hoy cumple 14 días continúe, pues la mayoría republicana en el Senado la rechaza y el presidente Trump se comprometió a vetar la resolución si no incluye fondos para un muro en la frontera entre Estados Unidos y México.
“Permítanme que lo diga de nuevo: el Senado no aceptará ninguna propuesta que no tenga una posibilidad real de ser aprobada en esta cámara y obtener una firma presidencial”, advirtió ayer el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, en su discurso de apertura de la Cámara alta.
Así arrancó el 116º Congreso de Estados Unidos, considerado el más diverso de la historia, con números récord de mujeres y latinos entre los legisladores, y con la entrada de las primeras mujeres musulmanas y nativo americanas como miembros de la Cámara de Representantes.
Un total de 127 mujeres llegaron al Congreso, 25 % del total, según datos del Centro de Investigación Pew. Entre ellas, se encuentran las dos primeras mujeres musulmanas en llegar al ente legislativo, Ilhan Omar y Rashida Talib, y las dos primeras de origen nativo americano en hacerlo, Sharice Davids y Deb Haaland.
En su discurso tras ser confirmada como nueva presidenta de la Cámara baja, Pelosi celebró la creciente presencia de mujeres.
“Estoy particularmente orgullosa de ser una mujer presidenta de la Cámara de Representantes de este Congreso, que empieza cuando se celebran 100 años del acceso al voto de las mujeres y cuando más de 100 mujeres estamos en la Cámara Baja”, dijo la líder demócrata.
Asimismo, este 3 de enero inició su carrera la legisladora más joven en haber sido elegida para el Congreso, la hispana Alexandria Ocasio-Cortez, de 29 años, que representa al distrito 14 del estado de Nueva York.
La joven legisladora forma parte también de la cifra récord de 43 congresistas latinos que servirán a partir de ayer en ambas cámaras, incluyendo a 35 demócratas y ocho republicanos, que representarán a los 57 millones de habitantes hispanos del país.
Con este Congreso la oposición demócrata planea confrontar al presidente Trump, en diferentes frentes, desde investigar las muertes de niños inmigrantes bajo la custodia del Gobierno de EU hasta exigir las declaraciones de impuestos del mandatario.
LEG