El lugar de descanso de una familia de Misuri, Estados Unidos, tuvo que ser destruida para salvar a un ciervo.
Elementos de la seguridad de la localidad de Chesterfield, encontraron a un ciervo, cuyos cuernos se habían enredado en una hamaca.
Cuando llegaron los policías, el animal estaba asustado, pensando que había sido presa de alguien.
Sin embargo, los policías lograron rescatarlo destruyendo la hamaca.
Al final, todo tuvo un final feliz, pues el ciervo huyó sin ninguna herida, pero con la lección de no volverse a meter entre una hamaca.
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