El Gobierno británico anunció la ampliación de la zona de exclusión alrededor de los aeropuertos para los drones, que pasará a ser de cinco kilómetros frente a los mil metros actuales y la exclusión será aún mayor en los límites de las pistas de aterrizaje.
El ministro de Transportes, Chris Grayling, explicó en el Parlamento que se va a empezar a probar una nueva tecnología antidrones y que la Policía tendrá más prerrogativas para poder intervenir, destacó euronews.
Las medidas llegan después de lo ocurrido en diciembre en el aeropuerto de Gatwick, el segundo más concurrido del Reino Unido, en donde la presencia de drones obligó a cancelar un millar de vuelos y dejó en tierra, a la espera de una solución, a unos 140 mil pasajeros antes de Navidad.
Los incidentes aéreos con drones implicados se han disparado en los últimos años, en 2018 se registraron un centenar de percances.
TFA