Hasta el dirigente del sindicato petrolero, el priista Carlos Romero Deschamps, movilizó algunos millones de pesos para promover posicionamiento del sindicato que todavía controla, entendiendo que el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, así como un segmento muy grande de la opinión pública, ya lo coloca como uno de los responsables de un enorme robo a la nación.
El mandatario tiene una oportunidad de oro para iniciar la depuración institucional que Morena ha pregonado y que, con la evidencia de corrupción sindical, de funcionarios y de pobladores de las rutas por las cuales pasan los ductos, hace indispensable una intervención contundente desde el Estado Mexicano para terminar con el hurto de hidrocarburo.
Las gasolineras cerradas, las cadenas de WhatsApp abiertas sin control y ese extraño sentido de pertenencia que provoca la percepción de una catástrofe inminente por el desabasto de combustibles nos ha tenido desde hace al menos 72 horas dentro de una trama que alimenta posiciones encontradas.
El robo al erario cometido por huachicoleros de cuello blanco, playera azul embadurnada, sean funcionarios de Pemex, transportistas, gasolineros, perforadores de ductos de combustibles y sus respectivos socios está exhibiendo la hondura de la impunidad mexicana alimentada por las administraciones que se abstuvieron de hacer algo notorio y notable al respecto.
Mientras un meme alerta que mañana sólo circulan los autos que tienen gasolina, queriendo con ello subrayar que ninguno, la terca realidad demuestra que la saturación de tráfico, la habitual en esta ciudad, es en sí misma evidencia de que si bien hay algunos casos de desabasto, no existe crisis ni de consumo de gasolina ni de escasez.
Si algunos citadinos decidieron, como en otras regiones el país, convertir los rumores en realidad y dar por buenas las versiones de las oposiciones y los malquerientes del Gobierno robustamente mayoritario encabezado por Morena, en el sentido de que había otros caminos, y con su propia actitud aceleraron la minicrisis de desabasto que no ha comprendido en ningún momento más de 1% de las más de 10 mil 500 gasolineras que hay en todo el país, contribuyeron con sus compras de pánico… a acelerar el pánico.
La crisis de opinión pública más que de escasez del combustible pudo no haber sido atendida con prontitud y regularidad durante el martes, pero este miércoles había mejorado la capacidad de respuesta de comunicación social desde la Presidencia de la República con un spot en el cual el argumento era recuperar soberanía nacional mediante la extirpación del robo a la nación que estaba teniendo lugar en todo el país por una logística controlada y universalmente contaminada por diversos actores que no deberían ser colocados en las regiones de la amnistía.
El Presidente fue electo porque queríamos que sacudiera la mesa. Lo está haciendo, con legalidad, legitimidad y urgencia… casi tanta como la que tiene Deschamps para tratar de deslindarse de sí mismo.
@guerrerochipres