Johan: nueva caravana me unirá a mi familia
Alrededor de mil 700 migrantes –la mayoría de Honduras– lograron cruzar este martes la frontera con Guatemala y se prevé que el viernes lleguen a Tucumán, en los límites con Ciudad Hidalgo, Chiapas.
Algunos de ellos se encontrarán en Tijuana, Baja California, con sus familiares, quienes participaron en el éxodo en la caravana pasada –en octubre–, como es el caso de Johan Josué Bonilla, de 18 años de edad, quien espera a su esposa Lixsi Yonari Mesa y a su niño, Esdras Josué.
“Ella y mi hijo salieron conmigo en la caravana anterior, pero los deportaron en Tapachula porque el niño se enfermó, y por grupo Beta de Migración fueron deportados. Ahora se encuentran en esta caravana y me voy a trasladar a Hidalgo para encontrarme con ellos”, comentó en una entrevista con 24 HORAS.
Dijo que cuenta con su visa humanitaria que le permite permanecer en el país y trabajar en el ramo de la construcción. Sin embargo, no ha obtenido empleo porque apenas recibió la tarjeta; y mientras ayuda en el comedor de migrantes –situado a un lado del albergue de El Barretal– donde pernocta.
“Hace unas semanas ya no me permitieron el acceso al albergue porque tengo la visa; mi mamá está ahí, creemos que quieren sacarnos para los nuevos que van a llegar, la situación está brava”, expresó.
Recordó que se desempeñaba como soldador en San Pedro Sula, pero que era extorsionado y, a la semana, tenía que pagar alrededor de 20 dólares, “una vez llegué a pagar dos mil lempiras (mil 565 pesos) y si no pagas te matan. Entonces preferí dejar mi hogar”.
En México, puede establecerse
En tanto, Pedro Córdova, quien se encuentra en el albergue Movimiento Juventud 2000 en Tijuana, dice que no pedirá asilo a Estados Unidos porque en México puede establecerse, mientras que su amigo Joel López y su familia –que están en la nueva caravana– pedirán asilo.
“Provengo de Tegucigalpa. Salí de mi país por el crimen organizado; llegué a tener conflictos con unas organizaciones que se dedicaban a la extorsión, como tenía mi taller de reparación de teléfonos celulares, les tenía que pagar 300 lempiras (234 pesos) semanales.
“Era como la cuota para dejarme trabajar libremente, pero no sólo era una banda, sino cinco, y era en promedio mil 300 lempiras (aproximadamente mil pesos semanales), pero si yo no lo pagaba se acercaba mi muerte”, refirió.
Por su parte, el embajador de Honduras, Alden Rivera, dijo que actualmente en El Barretal hay 500 personas, “hace una semana había dos mil, pero se están incorporando al empleo.
Los hondureños que están en el libro de registro son alrededor de mil 500 para poder ser entrevistados por el Gobierno norteamericano. Estados Unidos sigue atendiendo al grupo de dos mil 800 mexicanos que habían solicitado asilo, así que el primer hondureño entrevistado se dará para finales de marzo”.
México garantiza respeto a los derechos humanos
Por Diana Benítez
De darse, el ingreso de los integrantes de la nueva caravana migrante hondureña deberá ser ordenado, afirmó el presidente Andrés Manuel López Obrador durante una conferencia de prensa matutina, realizada en Palacio Nacional.
Al cuestionársele si habría contención por parte de la Policía Federal, como ocurrió con migrantes que entraron el año pasado, descartó que sea así, pues se actuará respetando los derechos humanos.
“Que sea ordenado el ingreso, en el caso de que los Gobiernos de Centroamérica no hagan la labor de convencerlos de que se queden a trabajar y que les ofrezcan opciones alternativas de trabajo”.
Recordó que desde antes de iniciar su administración ha sido impulsor de que los países den opciones de empleos a las personas para que no tengan que abandonar las comunidades, lo que incluye inversión por parte de los tres países de América del Norte en Centroamérica.
La atención a esta caravana estará a cargo de Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos, quien dijo en su cuenta de Twitter aseguró que el respeto a la dignidad humana será uno de los ejes en materia de migración.