La percepción de inseguridad en el país disminuyó al cierre del año pasado, en diciembre 73.7% de la población de 18 años y más consideró que vivir en su ciudad es inseguro, este porcentaje representa un cambio respecto a septiembre de 2018 cuando se ubicó en 74.9% y con respecto a diciembre de 2017 cuando llegó a 75.9% de acuerdo a los resultados de la Encuesta de Seguridad Pública Urbana, realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
La percepción de inseguridad siguió siendo mayor en el caso de las mujeres con 78%, mientras que para los hombres fue de 68.6%.
De acuerdo a la encuesta, las ciudades con mayor percepción de inseguridad fueron: Reynosa (Tamaulipas) con 96%; Chilpancingo (Guerrero), 93.6%; Puebla, Coatzacoalcos (Veracruz) y Ecatepec (Edomex) con 93.4%, respectivamente; y Villahermosa (Tabasco), con 92.3%.
Mientras que las ciudades con menos percepción de inseguridad son: San Pedro Garza García (Nuevo León) con 23.2%; Mérida (Yucatán) 28.8%; Saltillo (Coahuila) 30.5%; Puerto Vallarta (Jalisco) 38.7%; Durango, 39.5% y Los Cabos (Baja California Sur) con 42.3%
Por otro lado, 83.4% de la población se siente insegura en los cajeros automáticos localizados en la vía pública, 75.3% en el transporte público; 70.7% en el banco y 67.8% en las calles que habitualmente usan.
A nivel nacional, 35.8% de los hogares en áreas urbanas, al menos uno de sus miembros fue víctima de los delitos de robo o extorsión. Esta cifra se incrementa en el oriente de la Ciudad de México en 54.2% y en Ecatepec con 54.1%.
En contra parte, en Tuxtla Gutiérrez y La Paz, la proporción de hogares con víctimas de robo y/o extorsión fueron las que menos padecieron esos delitos con 14% y18.2%, respectivamente.
Esa percepción de inseguridad obligó a la población a modificar sus hábitos en 2018, cuando 61.4% de la gente expresó que dejó de “llevar cosas de valor como joyas, dinero o tarjetas de crédito” por temor a sufrir algún asalto.
El 56.2% aseguró que ya no permitió que “sus hijos menores salgan de su vivienda; 53.2% cambió rutinas en cuanto a caminar por los alrededores de su vivienda, pasadas las ocho de la noche; 34.6% cambió rutinas relacionadas con visitas a parientes o amigos.
El INEGI reveló que los mexicanos dejaron de ser tan pesimistas sobre el comportamiento de la seguridad pública para el 2019, ya que sólo 19% de los encuestados contestó que la situación de la delincuencia en su ciudad empeorará, mientras que el 29.4% consideró que seguirá igual.
Las cifras captadas por el organismo estadístico se ubicaron como los de “menor pesimismo” desde que se divulgó la primera Encuesta Nacional de Seguridad Pública (ENSU), en 2013.
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La sensación de inseguridad se generan por la influencia de diverso factores cono ver conductas delictivas o antisociales que se comente en el entorno, precisó el INEGI.
LEG