Es interesante cómo en diferentes documentos de análisis y presentaciones de las Expectativas 2019 para México y el mundo existe una importante incertidumbre sobre las decisiones de tipo político del presidente López Obrador como la cancelación del aeropuerto de Texcoco y la reciente suspensión y reajuste en la distribución de gasolina por robo de combustible vs. la estabilidad de los mercados, con un tipo de cambio en apreciación, una Bolsa accionaria más estable y una demanda por instrumentos de mercado dinero (tasas de interés) que han ajustado la curva en las últimas semanas.
Inclusive, este miércoles, el Gobierno anunció la colocación de un Bono a 10 años en mercados internacionales por dos mil millones de dólares con una demanda de cuatro a uno. En días pasados, la aceptación de inversionistas sobre bonos y Fibra E ligados al aeropuerto de Texcoco, hoy cancelado.
Vemos contrastes entre las acciones de esta nueva administración, el desarrollo de los mercados y el estatus de la confianza en la inversión directa de inversionistas de largo plazo.
Algunas corredurías vienen reduciendo sus previsiones de crecimiento para México. Por ejemplo, como Bank of America, que redujo la estimación de crecimiento para este 2019 de 2.0% a 1.0% anual con una inflación a 4%. El IMEF disminuyó su estimación de crecimiento a 1.7% anual y la inflación también estimada a 4.0% vs. el presupuesto del Gobierno federal que estiman un PIB a 2.0% anual y una inflación de 3.4%.
Podríamos citar algunos otros eventos que nos hablan hasta ahora de “dos Méxicos”.
Sin embargo, todo el tema de inversiones de mercados tiene que ver con el cambio de percepción de la Fed hacia su política monetaria para este 2019, donde será menos rígido o “restrictivo”, lo que llevará a un 2019 de mayor estabilidad en las tasas de interés, lo cual abre oportunidades de inversión interesantes.
Este hecho ha provocado que el dólar a nivel mundial muestre una menor fortaleza con relación a los últimos años.
El Banxico, con la idea de controlar la inflación en nuestro país, ha elevado las tasas de interés hasta niveles de 8.25% o un máximo en 8.50% si la aumenta en febrero, pero lo que sí vemos es que la cima o techo de este movimiento de alza en tasas de interés se encuentra cercano.
Cuando un inversionista coloca su recurso en Estados Unidos a 2.5% y en México a 8.25%, hablamos de 575 puntos base de diferencia, y eso es lo que están aprovechando los extranjeros.
Las Bolsas americanas están recibiendo los reportes corporativos al cuarto trimestre de 2018, pero los comparativos del primer trimestre de 2019 pudieran ser menos atractivos. Hoy intentan recuperar un poco del terreno perdido en el último trimestre de 2018.
Pero este escenario desde nuestro punto de vista será temporal, y con ello, entre marzo y julio, veremos de nuevo movimientos de gran volatilidad global que afectarán, sin duda, al peso mexicano. Seguramente eventos externos estarán influyendo hacia nuestros mercados.