No todas las noticias son malas, sobre todo en lo que respecta a la solidez financiera del país. La estructura de nuestra economía, producto de las políticas liberales tan cuestionadas por el nuevo Gobierno, ha permitido que México salga avante de la incertidumbre a la que hemos estado sometidos desde el julio pasado.

Antier, la Secretaría de Hacienda bajo el mando de Carlos Urzúa hizo su debut en los mercados internacionales a través de la emisión de un bono a 10 años, mediante el cual, con una buena respuesta de los inversionistas, se logró obtener más de dos mil millones de dólares. La tasa de rendimiento anunciada es de 4.57%, muy por encima de las ganancias que ofrecen los bonos del Tesoro de Estados Unidos con un mismo vencimiento.

Las noticias son buenas por dos razones: México no está ausente de los mercados internacionales y mantiene una lógica liberal, pese a pregonar lo contrario a nivel interno. En pocas palabras, en casa se critica lo que se hace afuera.

La respuesta a la emisión de bonos del gobierno de Andrés Manuel López Obrador obedece al menos a dos situaciones. La primera es que México genera aún confianza en los círculos financieros internacionales, quienes, pese a las dudas que provocan sectores como el energético, mantienen la apuesta a favor de nuestro país. A ello se suma la tendencia al alza que se registra en los propios mercados y el creciente interés que ha generado este tipo de activos. El mismo entusiasmo ha sido observado en Filipinas, Arabia Saudita, Uruguay y Turquía.

En un comunicado emitido este miércoles y que podría ser copia exacta de cualquier boletín de los años dorados del neoliberalismo, Hacienda explica los beneficios de esta nueva emisión. México se mantiene dentro de los límites de endeudamiento externo previstos en el Paquete Económico 2019, brinda mayor liquidez a su curva de rendimientos en el mercado de dólares, amplía su base de inversionistas y preserva la diversidad del acceso al crédito en los mercados financieros.

El tan criticado neoliberalismo parece haber sobrevivido a la cuarta transformación. Si bien no en el discurso, al menos en las oficinas de Hacienda.
Segundo tercio. Guadalajara ha sido una de las urbes con mayor afectación por el desabasto de gasolinas. El gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, se ha consolidado como una de las voces con mayor autoridad para exigir respuestas inmediatas para restablecer el suministro. Sus gestiones rindieron frutos. En las últimas horas han arribado a la entidad 52 mil barriles de combustibles, y con tan sólo 15 mil más podría llegarse a una situación de estabilidad. Es cuestión de tiempo y de trabajo político.

Tercer tercio. Quedó de manifiesto que las Fuerzas Armadas representan la única institución con capacidad técnica y operativa para combatir al crimen organizado. Con la aprobación de las reformas constitucionales que crean la Guardia Nacional quedaron relegadas las voces que han buscado estigmatizar a militares y marinos. Sólo ellos pueden ejercer la mano dura para hacer frente a la delincuencia que ha rebasado, por mucho, a las autoridades civiles. Eso lo saben los Gobiernos del PAN, PRI y Morena.