Estamos padeciendo las deficiencias de los encargados de la seguridad y justicia en México.

Esto va mas allá de la forma y no llega al fondo.

En México la violencia es generalizada.

¿Defensa o venganza?

Ellos, los encargados de nuestra seguridad, saben quiénes son los actores principales de estos actos crueles e indignos, y pareciera que los encubren.

La crisis en la seguridad pública es denunciada por el Observatorio Nacional Ciudadano y el Observatorio de la Ciudad de México.

De entrada le marcan a los servidores públicos involucrados en trabajar por la seguridad que: “2017 se perfila como el peor año de inseguridad”.

El golpe informativo de estas organizaciones dice que en este año se rompió un récord histórico:
“… En los últimos nueve meses se han cometido más de 18 mil asesinatos; de ellos, más de 13 mil cometidos por el crimen ornanizado… En 27 estados crecieron los asesinatos… El 2017 podría cerrar con 24 mil homicidios dolosos…”.

Hablando de homicidios dolosos, la Ciudad de México también registra récord, de acuerdo al informe del Observatorio Nacional Ciudadano y el Observatorio de la Ciudad de México. Aseguran:
“Que el segundo cuatrimestre de este año la Ciudad de México registró la mayor tasa de homicidios dolosos en 20 años y aumentó 24% respecto al mismo lapso del año pasado… siete de cada 10 homicidios dolosos se cometieron con arma de fuego; además, en 15 de las 16 delegaciones se incrementaron los homicidios dolosos, robo a transeúnte, robo con violencia o robo a negocios…”.

La indignación de los habitantes de la Ciudad de México y fuera de la Ciudad de México contra los funcionarios es justa.

Esto no es cosa de política; es cosa de vida o muerte, vida y muerte de nuestros hijos, de nuestra esposa.

Más eficacia es lo que exigimos todos.

Le extrañará que me refiera a 2017. Le comento que esto se publicó el 27 de octubre de 2017, bajo el título: “Plata o plomo”, y casi nada ha cambiado.
Este 2019 la situación sigue siendo crítica.

De poco, casi nada sirve que el INEGI diga que en el primer mes del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador la percepción de inseguridad bajó con respecto a septiembre de 2018.

La situación es crítica, la percepción de los mexicanos respecto a la inseguridad es muy alta.

La delincuencia le lleva muchísima ventaja a las autoridades. Ellos han dejado su huella, su rastro y, en el mejor de los casos, su rostro.

Una cosa es lo que se dice en los discursos y otra lo que se hace cuando son Gobierno.

Las autoridades están conscientes de las necesidades, del terreno que pisan, pero también conscientes de sus debilidades.

jfcastaneda9@hotmail.com