Aunque se desconoce el número total de niños que fueron separados de sus padres cuando el Gobierno de Estados Unidos implementó su política de “tolerancia cero” contra la migración, la suma total es mucho mayor a la reconocida por el presidente Donald Trump.
Una auditoría publicada por el Despacho del Inspector General del Departamento de Salud y Servicios Humanos de EU revela que se podría tratar de miles de menores más, contra los casi 2 mil 800 infantes identificados el año pasado.
En la primavera de 2018, la Administración ordenó separar a las familias para que los adultos quedasen bajo arresto de las autoridades federales y los niños, entretanto, a cuidado de la Oficina de Reasentamiento de Refugiados (ORR, por sus siglas en inglés). El Poder Judicial ordenó el 26 de junio paralizar esta controvertida política y reunir a las familias, a raíz de una demanda colectiva.
“Se desconoce el número total de niños separados por las autoridades migratorias de sus padres o de sus guardianes”, indica el informe publicado.
“Sin embargo, miles de niños podrían haber sido separados durante una ola que comenzó en 2017”.
El Departamento de Salud ha tenido problemas para identificar a los menores.
A pesar de que en administraciones anteriores se ha separado también a menores de adultos en la frontera -por temor a que hubieran sido secuestrados para fines ilícitos o a que los padres no estuvieran capacitados para su custodia-, este documento certifica un incremento considerable de las separaciones bajo el mandato de Trump.
“Este informe reafirma que el gobierno nunca tuvo una idea clara de cuántos niños fueron separados de sus padres. Vamos a volver a los tribunales con esta última revelación”, afirmó más tarde la organización de derechos humanos ACLU.
LEG