El robo de combustible, según cifras del Gobierno, alcanza los 66 mil 300 millones de pesos que representan 5% de las ventas totales de Pemex, casi 15% del flujo operativo o prácticamente cuatro meses de los gastos totales de la paraestatal.
El esfuerzo que se está haciendo para contrarrestar el robo de combustible está teniendo varios impactos como la falta de gasolina en varias entidades, el riesgo de vidas cuando hay afectación a ductos, el robo de pipas y en consecuencia de todo esto, una afectación hacia la actividad económica en algunos estados del territorio nacional y la falta de productos.
De acuerdo a reportes de tomas clandestinas, las entidades que más actividad de huachicoleo tienen son (por orden de mayor a menor) Puebla, Hidalgo, Guanajuato, Veracruz, Estado de México, Jalisco y Tamaulipas; éstos representan en su conjunto 33.1% del PIB nacional que alcanza los 21 mil 750 billones de pesos, y en términos de población, 42.4%.
Hablar de una actividad que opere a 50% en estos estados en lo que va de enero representa cerca de 0.1% del PIB. Hasta ahora pudiera ser muy poco significativo. Sin embargo, en un año donde se espera un crecimiento de la economía “modesto” que rondará entre 1.0 y 2.0% anual, se vuelve más sensible.
Algunos de estos estados vienen mostrando crecimientos marginales o negativos como Hidalgo, Tamaulipas y Veracruz, lo que seguirá impactando su desempeño, mientras que algunos otros que traen un dinamismo superior al promedio nacional como Puebla, Guanajuato, Estado de México y Jalisco podrían registrar cierta desaceleración.
En la Ciudad de México empezamos a ver un mayor abastecimiento de gasolina en los últimos días. Algunas gasolineras trabajando con mayor normalidad y otras aún operando por momentos y con filas aún significativas en algunos casos. Su efecto sería hasta el momento muy limitado.
La importación de gasolina ya mostró un aumento significativo en este inicio de 2019 y el robo ha disminuido. Sin embargo, dicha disminución puede obedecer por tema de cierre de ductos y no por un verdadero control y desactivación de esta industria informal.
También debemos de dar seguimiento a la información financiera de Pemex en antesala a la revisión de las calificadoras crediticias, a los vencimientos y renovaciones de su deuda, así como al efecto real en ingresos de la paraestatal vs. el huachicoleo.