Yesenia tiene a su hermano Juan internado en el Hospital Magdalena de las Salinas del IMSS, con 56% de quemaduras internas y afectación en el pulmón y riñones, luego de acudir al ducto de Pemex en Tlahuelilpan para abastecerse de gasolina.
“Mi hermano de 34 años no es huchicolero, tiene su profesión de ingeniero electrónico automotriz y fue por la necesidad de que no había combustible en las gasolineras, ¿cuánta gente inocente murió? Y los que se dedican a eso andan libres muy campantes”, comentó Yesenia a 24 HORAS.
Añadió que ellos no tenían gasolina como todos los que se acercaron, “ojalá que el Gobierno dé con los verdaderos huachicoleros y que apoyen a las familias.
Hace tiempo mataron a mi papá y quedaron impunes los criminales; mi hermano es el que sostiene a mi mamá, también a su esposa y a un niño”, dijo.
En tanto, un grupo de 22 personas acudieron al mismo hospital en búsqueda de sus seres queridos luego del siniestro, tal es el caso de Karen Alondra, de 20 años de edad, quien intenta localizar a su esposo, Ezequiel. Recordó que el día de la explosión dejó el carro a orillas de la carretera, y horas después, su cuñado, José, la llamó y le pidió que localizara a su hermano junto con su amigo Jairo.
“Me fui en la camioneta con varios de sus amigos, pero no los encontramos, estuvimos toda la madrugada buscándolos entre los restos; nos dejaron entrar y olía muy feo”, relató. La joven recordó que no han dormido, y que no ha querido comer porque él le prometió que lo harían juntos una vez que regresara.
“Jairo tiene un bebé de meses, entonces su esposa y yo los hemos estado buscando, mi suegra está desesperada”, dijo.
Expresó que su cuñado se encuentra en coma y que el 99% de su cuerpo está quemado. “Busco a mi esposo y no lo encuentro, él es mi todo, sólo queremos saber qué fue de él; y si está muerto, pues no queremos quedarnos con la duda”, expuso. Por otra parte, Lucero refirió que está buscando a su papá Plácido Rufino.
“No sabemos si él está aquí, y que quede claro, no eran huachicoleros, más que nada les orilló la necesidad, la gasolina la esconden, el combustible está caro, somos personas de escasos recursos para aguantar todo eso, la gente empieza a correr la voz que están regalando gasolina y lógico fueron, la necesidad te orilla, él es taxista”, sentenció.Finalmente, un familiar, quien solicitó el anonimato, dijo que las personas que acudieron al lugar tenían la intención de revender la gasolina a los mismos huachicoleros que se dieron a la fuga cuando perforaron el ducto.
LEG