TLAHUELILPAN, HGO.- Ayer se realizaron dos misas colectivas en la iglesia de este municipio con las que despidieron a ocho personas que perdieron la vida luego de la explosión en una toma clandestina de combustible ocurrida el viernes en esta localidad.
De los fallecidos, siete fueron enterrados en el panteón municipal y los restos de una más fueron depositados en una urna.
El domingo se realizaron al menos otro par de ceremonias religiosas colectivas y sepultaron a por lo menos otras cinco personas en el transcurso del día.
Entre los deudos coincidían los relatos de que quienes perdieron la vida en el comunidad de San Primitivo de Tlahuelilpan, acudieron a buscar gasolina motivados por la falta de combustible.
Ismael Olguín, de 29 años de edad, dejó huérfana a una niña de cinco años, estuvo recogiendo combustible ese viernes no sólo para su auto, sino también para ayudar a su papá, quien es conductor de taxi, y la falta de gasolina le había producido una merma importante en sus ingresos.
“De hecho, Isma era de los que le decían a los que andan en eso (el robo de combustible) que no fueran tontos, que no se metieran en eso, que es peligroso.
“Pero creo que le ganó la euforia que hubo ese día, porque rápido se corrió la voz que estaban regalando gasolina y él acudió junto con unos amigos que también fallecieron”, dijo Carlos, quien fue, en compañía de su esposa, a dar el último adiós.
En el panteón, la presencia de medios de comunicación incomodó a familiares y amigos de uno de los fallecidos, y agredieron a periodistas de una cadena de televisión, tras lo cual, la mayoría de los comunicadores decidieron abandonar el cementerio.
En tanto, el presidente municipal, Juan Pedro Cruz Frías, informó que pidió al Gobierno federal terreno para sepultar a la gente, pues porque el cementerio municipal ya es insuficiente.
LEG