Demetrio Bilbatúa Rodríguez, 84 años de edad (hermano de otro genio del cine y documentales, Ángel Bilbatúa, qepd; ambos, nacionalizados mexicanos porque nacieron en Vigo, España) festejó un año más de vida con una comida con su familia y al otro día –en sus oficinas– con un grupo de amigos y colaboradores de hace algunos años. Es ya una costumbre, que los viernes, Demetrio Bilbatúa reúna a decenas y cientos de personalidades plurales. Este año sí acudí a la reunión de mi amigo porque en años anteriores –le fallé— porque tuve algunos viajes. Demetrio recibe como los grandes: comida mexicana y española, al igual que los caldos de ambos países. El continuo desfilar de personalidades como el productor Alfonso Rosas Priego, Jean Domete, Juan David Burns, Servando González, etcétera sumándose actrices, cantantes, productoras, escritoras y beldades al por mayor.
Demetrio es genio en fotografía y documentales
Descendiente de tres generaciones de personajes dedicados al cine y a la producción de documentales históricos –y en una época, hablando de Demetrio, socio de mi inolvidable amigo Agustín Barrios—Gómez–, la familia vino a México y tuvo un éxito inusitado. Por ejemplo, la hemeroteca de Demetrio de más de mil documentales fue adquirida hace poco tiempo por el empresario Carlos Slim Helú. Aun así, conserva despacho y oficinas, donde realiza o acaba documentales inolvidables. Por ejemplo, hablando de cine, aún recuerdo el Valle Sagrado de Urubamba, Sinfonía de México, IV Maratón Náutico del Balsas y muchos más. Bilbatúa en su ya larga y fructífera carrera en México, ha obtenido el premio Ariel al Mejor cortometraje, Educativo y Científico o de Divulgación Científica. También fue nominado a otro Ariel por otro Cortometraje—Documental, además de sus bellas escenas del Tianguis al Abasto, y otro largo etcétera. En una pequeña charla que sostuve con él, apuntó: “Es vital el hablar de la profunda huella que hemos ido dejando –mi hermano Ángel, qepd, y yo– en este bello trabajo”. Los Bilbatúa gozaban de prestigio desde el siglo XIX y después recorrieron todo México. Hicieron gran amistad con los Figueroa, Gavaldón, Servando González senior. Y otro punto, cubrir las giras de Adolfo López Mateos, la visita de John F. Kennedy a México y podría alargarme. Es un breve perfil de un genio al que le deseo lo mejor.
La hermosa modelo responde al ejecutivo de Brasil
Sé que la imagen de Brasil en el mundo depende en cierta medida de sus futbolistas (Pele, el mejor jugador de fútbol del mundo); sus músicos (Roberto Carlos, Vinicio de Moraes, etcétera); sus campeones mundiales de Fórmula Uno (Ayrton Senna y Fitipaldi); sus resorts turísticos, arquitectura, pero hoy en día sumo también a Giselle Bundchen, una de las mujeres más ricas y bellas de Brasil. Un detalle: ella le preocupa ahora al gobierno de Jair Bolsonaro, pero al que le ha salido el tiro por la culata. Bundchen respondió en tono contundente y respetuoso, y con su fina ironía, a la ministra de Agricultura del nuevo gobierno ultraderechista de su país, después de que ésta en una entrevista dijo que Gisele no debería (salir –en los medios–) criticando a Brasil sin conocer los hechos. La ministra agregó que también Gisele (embajadora de Buena Voluntad para el Medio Ambiente de la ONU) no debería hablar de la horrorosa deforestación porque reverbera en el “mundo” y que quienes lo hacen son “malos brasileños”.
Sólo hay que recordar las palabras de Bolsonaro que critica a las comunidades indígenas y a los grupos que gustan de otro género. Bundchen, 26 millones de seguidores, se convirtió en una poderosa aliada para las ONG. Vive en Estados Unidos. Eso sí: Gisele publicó “¡Están subastando nuestra Amazonia”!
El duque de Edimburgo sale ileso de un accidente de auto
Felipe de Edimburgo, esposo de la reina Isabel II de Inglaterra, conducía un Range Rover (tiene 97 años; ¿algún parecido con Pepe Carral, presidente del Club de Industriales de México, 95 años?) en Sandringham (Inglaterra) y se vio implicado en un accidente de tráfico con otro auto. El duque a quien conocí aquí, gracias a la familia Rincón Gallardo, ¡no salió herido! Y hasta el próximo jueves, ¡abur!