París.- Los “chalecos amarillos” realizarán una nueva jornada de protestas mañana sábado en Francia, aunque para su undécima movilización semanal consecutiva, ya han surgido desacuerdos internos sobre las estrategias, el gran debate nacional y una lista para las elecciones europeas.
A pesar de las disputas internas que han surgido esta semana, el movimiento social se prepara este viernes para llevar a cabo su Acto 11 de manifestaciones contra el gobierno y las políticas del presidente Emmanuel Macron, decidido a mostrar su solidez frente al Ejecutivo.
Como en los “actos” anteriores, se planean varias movilizaciones en París, incluida una marcha que irá de los Campos Elíseos a la Plaza de la Bastilla, a través de la Asamblea Nacional y el Ministerio de Economía y Finanzas; y otra entre las plazas de La Nación y de La Bastilla.
Sin embargo, los “chalecos amarillos” buscan renovar sus acciones para mostrar su fuerza de resiliencia y en este punto es donde han surgido disensos.
Este nuevo acto podría estar marcado por la primera “noche amarilla”, propuesta transmitida por Eric Drouet, una de las figuras del movimiento, quien explicó que “tenemos que mantener las manifestaciones declaradas, y otras para las personas más frágiles que necesitan estar seguras”.
Según este portavoz, la idea es hacer de la Plaza de La República (lugar emblemático de los “chalecos amarillos) una gran rotonda, un centro de debates nocturnos como había ocurrido con el movimiento contestatario “Nuit Debout” en 2016.
Otra cara del movimiento, la pionera Priscillia Ludosky, quien rompió con Drouet, ha propuesto organizar para la tarde del sábado una “marcha de solidaridad a los ‘chalecos amarillos’ de los territorios remotos”, es decir los territorios franceses de ultramar.
Por otro lado, desde la ultraizquierda, existe un llamado a crear “black blocs”, grupos de participantes vestidos de negro, dentro de los cortejos de las manifestaciones para protestar específicamente contra la legislación laboral del país.
Sin embargo, más allá de la falta de una estrategia unificada, los “chalecos amarillos” enfrentan desacuerdos sobre si participar o no en el gran debate nacional, actualmente en curso, organizado por Macron para responder a los reclamos de la sociedad francesa.
Algunos de los activistas, como Drouet, rechazan por completo sumarse a la iniciativa del gobierno, mientras que otros, como Ludivksy, favorecen el debate ya que estiman que las propuestas podrían suponer un impulso, de acuerdo con reportes de la emisora Radio Francia Internacional (RFI).
Por otra parte, el movimiento se enfrenta a discusiones sobre la iniciativa de otra de sus figuras, Ingrid Levavasseur, quien lanzó una lista para contender en las elecciones para el Parlamento Europeo de mayo próximo, lo que le generó fuertes críticas, acusándola de traicionar el principio apolítico del colectivo.
fahl