El número de muertos por la explosión ocurrida el pasado 19 de enero en Tlahuelilpan, Hidalgo, se elevó a 109.
Durante los días posteriores a la explosión de una toma clandestina de un ducto de gasolina, familiares de las víctimas realizaron misas y funerales para sepultar a sus seres queridos, mientras que pobladores regresaron al lugar de la explosión a buscar cualquier indicio sobre las personas que siguen desaparecidas.
jhs