Al menos nueve personas murieron y más de 300 siguen desaparecidas tras el colapso de la represa de la minera Vale en Brumadinho, en el suroriental estado brasileño de Mina Gerais, informaron fuentes oficiales.
Los equipos de rescate que trabajan en la zona de la presa Vale de Brumadinho recuperaron nueve cuerpos, precisó en un comunicado el gobierno de Minas Gerais de acuerdo con el diario O Globo.
Agregó que otras nueve personas fueron rescatadas con vida de entre el lodo y unas 100 personas fueron rescatadas.
El gobierno informó que, según datos transmitidos por el representante de la minera Vale al gobernador Romeo Zema, había 427 personas en el lugar, y 279 fueron rescatadas vivas.
El gobierno informó que cerca de 100 bomberos están en el lugar y el contingente se duplicará a partir de esta madrugada de este sábado, además un puesto de mando fue montado en una facultad de Brumadinho y será mantenido por los próximos días.
Asimismo, se creará un número 0800 para el envío de información sobre personas desaparecidas en la región.
El gobernador de Mina Gerais, Romeo Zema, acompañado del ministro de Medio Ambiente, Ricardo Salles, acudió al lugar de la ruptura de la represa en Brumadinho, en la Región Metropolitana de Belo Horizonte.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, quien tiene previsto visitar el lugar de la tragedia este sábado, afirmó que la mayor preocupación del gobierno en este momento es atender a las eventuales víctimas de la “grave tragedia”.
El accidente en Brumadinho ocurrió tres años después de que la rotura de los diques de Samarco, una minera en la que Vale tiene participación, provocara la mayor catástrofe ambiental de Brasil, que causó 19 muertos por un vertido de residuos minerales.
La tragedia de entonces generó una ola de siete millones de metros cúbicos de residuos minerales (níquel, sílice y hierro), mezclada con otros 55 millones de metros cúbicos de agua.
La catástrofe causó 19 muertos, la mayoría en la propia mina, en la localidad de Bento Rodrigues, que desapareció del mapa; provocó daños incalculables a lo largo de 650 kilómetros en la cuenca del río Doce y arrasó otras localidades pertenecientes a Mariana, otro municipio de Minas Gerais.
DAMG