A 10 días de la explosión en el ducto Tuxpan-Tula, en el municipio de Tlahuelilpan, Hidalgo, que ha dejado como saldo 114 fallecimientos, 33 hospitalizados y faltan cuerpos por identificar, peritos médicos forenses consideraron que algunos serán hallados en tres semanas y 5% no podrá ser encontrado.
“Es impresionante cómo los peritos hicieron una fila larga y efectuaron un barrido de todo ese terreno y fueron metro por metro buscando indicios para encontrar elementos y se dedican a armar todo ese rompecabezas. Cada cuerpo dice algo; dónde estuvo y qué le pasó, a excepción de los que estaban cerca donde se produjo la explosión, esos desaparecen, por eso siempre va a quedar un margen que no van a identificar”, expresó Armando Luna, EX SUBDIRECTOR de Investigación y Docencia del Instituto de Ciencias Forenses (INCIFO) en una entrevista con 24 HORAS.
El perito médico forense comentó que en uno de los videos, un testigo narró que una de las víctimas arrojo lumbre, “ahí empieza todo, la gasolina va a gasificar y al gasificar es un potente elemento para que entren en combustión y explote, dentro de estos procesos cuando ocurren muertes tumultuosas entre 3% y 5% no se va a encontrar el cuerpo haga lo que se haga”.
Indicó que el ADN se toma en estado de carbonización en las zonas donde sea posible encontrar músculo, por lo general se da en la musculatura intercostal del tórax, el especialista resaltó que este proceso lleva de dos a tres semanas.
Por su parte, Alfredo Ornelas, criminólogo y docente de la Academia Internacional de Formación en Ciencias Forenses, comentó que a los familiares se les toma una muestra sanguínea o puede ser algún filamento piloso con raíz que es donde también se obtienen los códigos genéticos.
“En los cadáveres tiene que ser del hueso ya todo lo demás ya está calcinado, entonces las estructuras que más resisten en estos casos son las óseas o las dentales, se llevarían entre dos a tres semanas”, explicó.
Visita Alcocer a heridos
El titular de la Secretaría de Salud, Jorge Alcocer Varela, visitó a ocho heridos por la explosión del gasoducto del 18 de enero pasado en Tlahuelipan, Hidalgo, y que se encuentran hospitalizados en el Centro Nacional de Investigación y Atención a Quemados (CENIAQ), del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR), Luis Guillermo Ibarra.
LEG