Venezuela ha sido y seguirá siendo en los próximos días, noticia principal en los espacios informativos del mundo y en redes sociales.
La juramentación de Nicolás Maduro como presidente de ese país latinoamericano y la proclamación, a través de la Asamblea Nacional de Juan Guaidó como presidente interino, han enfrentado no sólo al pueblo venezolano, sino a las principales potencias mundiales.
¿Y por qué tanto interés en Venezuela?
Resulta que es el país con la mayor cantidad de reservas de petróleo crudo. De ahí, la razón de que Estados Unidos, apoye la presidencia interina de Juan Guaidó, quien, ha anunciado, convocará a elecciones, para que sea el pueblo quien elija a su gobernante.
Y el interés de China y Rusia, de respaldar el régimen de Nicolás Maduro, con quienes tiene tratos multi-millonarios.
Mientras tanto, la ONU, ha estimado que hasta tres millones de venezolanos han abandonado su país desde 2014.
Y lo dejan todo ante la escasez de lo más básico: medicinas, leche, harina y papel higiénico, aunado al desempleo y altos índices de inseguridad.
Más allá del conflicto mundial que representa Venezuela, en México la postura que ha tomado el gobierno federal sobre el conflicto, nuevamente ha ocasionado entre la opinión pública división y polarización.
Por un lado, vemos a quienes apoyan el principio de no intervención, bajo el cual se escuda la cancillería, olvidando emitir un pronunciamiento por el respeto a los derechos humanos, y por lo tanto, reconoce el régimen autoritario de Nicolás Maduro.
Y por otro lado, están quienes repudian a Nicolás Maduro, y piden la realización de elecciones libres y democráticas en aquel país junto con el respeto a los derechos humanos.
Una vez más el pueblo mexicano está dividido…una vez más buenos contra malos (sin que quede claro quién es quién)… una vez más los insultos y ataques predominan e incendian las redes sociales.
Es necesario hacer un alto en el camino, llamar a la cordialidad, dejar de dividir y aplicar el principio que tanto pregonan: el respeto al derecho ajeno, es la paz.
TFA