Estados Unidos amenazó este martes con “graves consecuencias”, luego de que el gobierno de Venezuela avanzara para congelar las cuentas del autoproclamado presidente interino, Juan Guaidó, y prohibir su salida del país mientras se le investiga.
El presidente del Tribunal Supremo de Justicia, Maikel Moreno, dijo la noche del martes que la corte abrió una investigación preliminar y bloqueó las cuentas bancarias del líder opositor, como solicitó más temprano la Fiscalía General.
La máxima corte también prohibió que Guaidó salga del país y realice transacciones financieras, decisión de la que se apartó al menos uno de los 32 magistrados que integran el tribunal.
Moreno leyó la breve decisión sin dar detalles, en un acto transmitido por la televisión estatal.
El fiscal general, Tarek Saab, pidió la investigación preliminar para el también presidente de la Asamblea Nacional argumentando que sus acciones llevaron a protestas y a un cerco diplomático y financiero de varias naciones contra el gobierno de Nicolás Maduro, quien asumió un nuevo sexenio el 10 de enero.
El contraataque de la administración de Maduro, acusado de ganar la reelección en comicios sin garantías democráticas, llegó un día después de que la Casa Blanca anunciara sanciones contra la petrolera estatal PDVSA -la mayor fuente de ingresos del país- y de que certificara el martes a Guaidó para controlar algunos activos del país en el exterior.
Tanto la Fiscalía como el máximo tribunal de justicia son considerados pro gobierno y la mayoría de las acciones y decisiones que han tomado en el pasado han sido favorables al oficialismo.
Poco después del pedido de Saab, el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton, denunció en su cuenta de Twitter “las amenazas ilegítimas” contra Guaidó. “Permítanme reiterar- habrá serias consecuencias para aquellos que intentan subvertir la democracia y dañar a Guaidó”.
Venezuela está sumida en una crisis política y económica sin precedentes que ha provocado el éxodo de millones de personas ante la escasez de alimentos y medicinas, algo que el gobierno atribuye a una “guerra económica” apoyada por Washington.
Convirtiéndose de la noche a la mañana en la cara visible de la oposición, Guaidó aglutinó el sentimiento de muchos y llevó a cientos de miles de venezolanos a las calles. Ahora encarna las esperanzas de los rivales de Maduro para una transición de gobierno.
“No desestimo una amenaza de cárcel (…) Pero esto no es nada nuevo. Estamos aquí, seguimos ejerciendo competencias y trabajando para atender la emergencia humanitaria”, dijo el martes Guaidó, un ingeniero de 35 años, en la Asamblea Nacional, controlada por la oposición.
fahl