“Vamos a extrañar tu dulce sonrisa, mi niña ”, así se despidió Rigoberto Garrido de su hija Giselle de 11 años, quien fue hallada sin vida y con aparentes signos de violencia sexual, en el municipio de Ixtapaluca, Estado de México, antes de que su cuerpo fuera sepultado en un panteón de Coatepec.
Fue este domingo alrededor de las 20:00 horas que los padres de la menor, quien desapareció el 19 de enero pasado en Chimalhuacán, recibieron una llamada por parte de las autoridades mexiquenses para comunicarles que un cadáver con características similares al de su hija había sido hallado en un paraje baldío.
Durante la caravana fúnebre que traslado el cuerpo de la menor a donde será su última morada, los vecinos de la familia Garrido repartieron un boletín, en el que recordaron que fue la comunidad quien realizó brigadas de búsqueda sin apoyo de las autoridades.
“Negaron las cámaras, negaron ayuda, pero sólo después de las movilizaciones ahora sí simularon hacer algo y por arte de magia ya sirvieron las cámaras (del C5)”, se leía en el documento.
En tanto, el Gobierno del Estado de México, a través de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAVEM), informó que realizó diversas inspecciones y diligencias ministeriales en los lugares en los que la menor pudo haber sido vista antes del reporte de no localización, y de igual manera, se revisaron cámaras de vigilancia estatales, municipales y particulares. Además, aseguró, brindar apoyo permanente a sus familiares.
La Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM), continúa con las investigaciones para dar con el o los responsables del asesinato de Gisell, cuyo caso sería el segundo feminicidio de una menor en la entidad mexiquense.
Ya que el primer día de este año fue hallada sin vida Camila de 9 años, en Valle de Chalco, quien desapareció un día antes cuando salió a quemar cohetes. Días después quien la asesino y la agredió sexualmente fue detenido en Puebla.
Identificación
Rigoberto y su esposa se trasladaron al anfiteatro ministerial, donde identificaron el cuerpo que les mostraron como su hija Giselle, quien salió aquel día de su casa rumbo a un café Internet, para realizar una tarea de la escuela, pero ya nunca regresó.
Tras concluir el trámite necesario para que les entregaran el cuerpo de su hija, el matrimonio Garrido trasladó el ataúd a su casa en la calle Pino, colonia San Lorenzo, Chimalhuacán, donde velaron a la menor toda la noche.
Al filo del mediodía compañeras de la escuela, amigos, vecinos y familiares, se dieron cita en el que fuera el hogar de la menor. “Ni perdón, ni olvido, castigo a los asesinos”, cantaban los deudos frente al féretro de color blanco.
Antes de que el ataúd partiera rumbo al panteón, los presentes soltaron globos blancos al cielo y despidieron a Giselle entre aplausos, “justicia, justicia “, decían entre lágrimas sus familiares.
Al cierre de esta edición el cortejo fúnebre en el panteón de Coatepec, Ixtapaluca, aún seguía en desarrollo.
Datos
En 2018 hubo 100 feminicidios infantiles en México, según la activista Frida Sofía, quien colaboró en la captura del asesino de Camila.
Datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) indican que en 2018 se reportaron 99 feminicidios de menores de edad.
En 2017, la cifra de niñas víctimas de feminicidio fue de 64; en 2016 se reportaron 53 casos; y en 2015 se registraron 49 feminicidios de menores.
En 2018, las entidades con más niñas asesinadas fueron Estado de México, Chihuahua, Nuevo León, Zacatecas y Chiapas.