Agrupar a más de cinco mil periodistas, casi medio millón de turistas en Atlanta, y cerca de 22 mil voluntarios, es algo muy complicado para un Comité Organizador. Todo eso no sería posible sin la gente de Atlanta y el liderazgo de Roger Goodell que es el Comisionado de la NFL, quien se ha convertido en un genio de la mercadotecnia, y tiene la mayor cantidad de fanáticos que ha tenido la NFL en su historia.
Las redes sociales han jugado un papel importantísimo en el incremento de seguidores del futbol americano profesional de Estados Unidos, pero no todo es el networking. Es cierto que hay un grupo muy nutrido de gente que está pendiente de Facebook, Instagram, Twitter y demás grupos sociales, pero el contenido no se genera sólo, y es la gente de la NFL y de Atlanta (en este Super Bowl), que le pone el condimento ideal para que esto sea el evento más seguido del año en buena parte del mundo.
Caminar por las calles de Atlanta, cuando el frío nos deja, es algo impresionante, pues es una ciudad mágica. Albergó los Juegos Olímpicos del Centenario, ya lleva tres ediciones del campeonato del futbol americano profesional de Estados Unidos, y cuenta con el corporativo de Coca-Cola, aquí está la sede de la CNN, además de un acuario gigante que tiene a tres tiburones ballena.
No me queda la menor duda que la NFL conoce a la perfección su negocio, y año con año mejora la experiencia del Super Bowl, pues todas las actividades tienen un toque de futbol americano, más algo que le agrega el Comité Organizador de cada ciudad. La fiesta que le organizó Atlanta a los medios fue en el Georgia Aquarium, así que todo estuvo ambientado con comida sureña típica de la localidad, pero también de un concierto en una sala para más de tres mil personas.
A los medios nos tratan increíble, pero a los turistas también les va bien. Hay miles de voluntarios perfectamente identificados en las calles siempre dispuestos a ayudar a los turistas que quieren sentirse parte de la fiesta de la NFL por un momento.
No por nada los ex jugadores y miembros del Salón de la Fama andan dispersos por las instalaciones, y entonces uno se puede tomar una foto con gente como Jason Witten, Michael Irvin, Rod Woodson, por decir algunos nombres.
Y cómo debe existir un testigo de que uno estuvo en los días previos al Super Bowl, o en el partido mismo, hay personas de la organización que te toman fotos y te piden tus redes sociales o tu correo para hacerte llegar esa foto donde estás lanzando un pase, pateando un gol de campo, o bien, tacleando al acérrimo rival.
Creo que la NFL involucra a los aficionados cada vez más, pero no se olvida que esto es un deporte, además de un espectáculo. Por eso son la mejor Liga del mundo, y por eso los boletos para entrar al evento oscilan entre los tres mil quinientos dólares, y hasta los 75 mil billetes verdes por un asiento.
Seguridad, organización, fanáticos, jugadores, prensa…todos se la pasan increíble, excepto el equipo que no se lleva el Vince Lombardi junto con su afición. Pero esto es parte del juego.