El número de muertos por el rompimiento de la presa en la ciudad brasileña de Brumadinho aumentó hoy a 134, mientras que otras 199 personas siguen desaparecidas, además que la vida silvestre también se encuentra en riesgo, indicaron hoy expertos.
Luego de que las autoridades suspendieran las labores de rescate debido a las intensas lluvias en la zona de la ciudad de Brumadinho, en el sudeste de Brasil, señalaron que la posibilidad de encontrar sobrevivientes en “minima”.
En declaraciones a la prensa el portavoz de los bomberos, Pedro Aihara, dijo que la búsqueda de víctimas continuará pero es posible que varios cuerpos no sean recuperados debido a la cantidad de lodo que existe en la zona.
La ruptura de la presa el pasado 25 de enero provocó un mar de lodo fangoso que enterró la cafetería del lugar, donde los trabajadores estaban almorzando, además un autobús que transportaba empleados.
El gobierno de la región de Minas Gerais impusó una multa de 99 millones de reales brasileños (poco más de 26 millones de dólares) a la empresa propietaria de la mina por los daños causados por el colapso de la presa.
Mientras tanto, varios científicos señalaron que el lodo afectó áreas de Mata Atlántica y Cerrado, dentro de la Reserva de la Biosfera de la Unesco de Serra do Espinhaço, que está considerada como un refugio de vida silvestre.
Los expertos señalaron al diario “O Globo”, que algunos de los animales que pueden verse afectados son el mono Guigo, ocelote, puma, ciervo, lobo, así como varias aves de corral.
Indicaron que el gobierno de Minas Gerais recomendó a las personas no beber el agua del río Paraopeba, afectado por la rotura de la represa, sin embargo muchos animales llegan ahí y beberán el líquido que ahora está lleno de lodo.
TFA