CÚCUTA/UREÑA. Cientos de venezolanos desesperados se preguntan cómo podrán acceder a la ayuda humanitaria que debería llegar a través de la frontera con Colombia, luego de que fuera bloqueado uno de los cruces fronterizos para impedir el ingreso de la asistencia.
A pesar del hambre generalizada y la escasez de productos básicos en Venezuela, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, rechazó la ayuda de Estados Unidos después de que Washington reconoció al líder opositor Juan Guaidó como el legítimo gobernante de la nación petrolera.
Desde el martes, un grupo no identificado instaló con montacargas dos contenedores y un camión cisterna del lado venezolano del puente fronterizo de tres carriles que comunica con la ciudad colombiana de Cúcuta, según un vigilante de la zona que habló bajo condición de anonimato.
Cerca al lugar, soldados venezolanos armados hacen guardia en el edificio de aduanas, amenazando con repeler cualquier intento de cruzar la frontera.
El cruce de Cúcuta estuvo tranquilo el miércoles, pero los funcionarios migratorios colombianos se retiraron del principal puente fronterizo, citando crecientes tensiones con Venezuela.
En la fronteriza ciudad venezolana de Ureña los residentes se inscribieron en listas de espera supuestamente para recibir las donaciones.
“Desde ayer me anoté en listas para recibir la ayuda humanitaria, pero después nos dijeron que no iba a funcionar así, estamos desesperados, nuestro dinero no vale nada en nuestro país y tenemos hambre”, dijo Livia Vargas, de 40 años.
“A Maduro quizá no le conviene la ayuda, pero él debe pensar incluso en los chavistas que no tienen qué comer”, agregó.
La ciudad más grande a lo largo de la frontera, Cúcuta, ha sido una ruta de tránsito para muchos de los 3 millones de venezolanos que han huido en los últimos años. Miles de personas cruzan a diario el puente que conecta la ciudad con Venezuela, restringido solo a peatones, para comprar comida y medicinas.
La presión internacional sobre Maduro para que renuncie está creciendo, luego de que más de una docena de países de la Unión Europea se sumaron a Estados Unidos, Canadá y un grupo de naciones latinoamericanos al reconocer a Guaidó como el líder legítimo de Venezuela.
Guaidó, de 35 años y jefe de la Asamblea Nacional, ha pedido reiteradamente a los militares que den la espalda a Maduro y apoyen una transición hacia la democracia.
Funcionarios de Estados Unidos dijeron a Reuters que la ayuda está en camino. Sin embargo, las autoridades colombianas y estadounidenses han guardado silencio sobre cómo planean distribuir la asistencia sin la aprobación de Maduro.
Los envíos también provendrán de empresas venezolanas en el exterior, Colombia, Canadá y Alemania.
El canciller colombiano, Carlos Holmes Trujillo, dijo el miércoles que habían llegado aviones a Colombia y que se estaban realizando los trámites para trasladar la ayuda a Cúcuta. No estaba claro a dónde llegaron las aeronaves ni qué traían.
“LA GENTE NECESITA AYUDA”
Mirando a través de una cerca metálica que limita el ingreso al posible sitio en el que se recopilaría la ayuda humanitaria que varios países enviarán a Venezuela, Yesica Leonett busca información sobre cómo podrán acceder a las donaciones los cuatro hijos que tuvo que dejar en su pueblo.
“Sería una alegría muy grande que le llegue esa ayuda a mis hijos, y que se vaya Maduro sería una alegría mayor”, sostuvo Leonett, de 31 años y que se vio obligada a migrar con su hijo de dos años en busca de trabajo a Cúcuta. “La gente necesita la ayuda, mis hijos llegaron a comer la concha (cáscara) del plátano sancochada, desmechada como si fuera carne”.
La policía que proporciona seguridad en el lado colombiano del puente dijo a Reuters que ha habido un gran número de venezolanos preguntando cuándo y dónde se entregará la ayuda.
“No hay mucho qué decirles porque nosotros no tenemos esa información, a veces se desesperan pero no podemos hacer nada, es triste”, dijo un patrullero ubicado a pocos metros del punto de migración colombiana en la frontera.
Colombia ha recibido más de 1,1 millones de venezolanos, con un cálculo de 3.000 ingresando por día. Las proyecciones del gobierno alcanzan los 4 millones para 2021 si la crisis en Venezuela no se resuelve, una percepción que sigue latente en muchas personas.
“Yo quisiera creer que este es el comienzo de una nueva Venezuela, pero ya he visto tantos intentos de la oposición que han fallado, que prefiero no hacerme falsas esperanzas”, dijo con voz temblorosa Carmen Pérez, una anciana de 67 años mientras se acercaba a un camión a comprar huevos para llevar de regreso a su casa en Venezuela.
JMSJ