La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) propuso este miércoles el Mecanismo de Montevideo como vía para que prevalezca el diálogo y se garantice una solución pacífica en la crisis política de Venezuela, desde una perspectiva de respeto al derecho internacional y a los derechos humanos.
En un comunicado, la cancillería destacó que, junto con Uruguay, y los países de la Comunidad del Caribe (CARICOM), este mecanismo se da en atención al llamado del secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres.
Manifestó que, en caso de que las partes decidan comunicarse se invitaría a Rebeca Grynspan, ex vicepresidenta de la República de Costa Rica y actual secretaria general Iberoamericana y a los ex cancilleres de Uruguay y México, Enrique Iglesias y Bernardo Sepúlveda, así como un alto representante de CARICOM para que acompañen este mecanismo.
“Esta iniciativa se pone a disposición de los actores venezolanos como una alternativa pacífica y democrática que privilegia el diálogo y la paz, para fomentar las condiciones necesarias para una solución integral, comprehensiva y duradera, “Este mecanismo es testimonio de una diplomacia activa, propositiva y conciliadora para acercar a las partes en disputa, y suscribe los principios de no intervención, la igualdad jurídica de los Estados, la solución pacífica de controversias, el respeto a los derechos humanos, y la autodeterminación de los pueblos”, resaltó la SRE.
La cancillería precisó establecer un proceso que se desarrollará en cuatro fases, durante un periodo razonable y previamente acordado por las partes.
El primero será un Diálogo Inmediato para generar las condiciones para el contacto directo entre los actores involucrados, al amparo de un ambiente de seguridad.
Como segundo punto, una Negociación para presentar una estratégica de los resultados de la fase de diálogo a las contrapartes, buscando puntos en común y áreas de oportunidad para la flexibilización de posiciones e identificación de acuerdos potenciales.
La tercera etapa será para los Compromisos en la construcción y suscripción de acuerdos a partir de los resultados de la fase de negociación, con características y temporalidad previamente establecidas.
Y finalmente la Implementación para la materialización de los compromisos asumidos en la fase previa, con el acompañamiento internacional.
“Los suscriptores de esta declaración coincidimos en que el grado de complejidad de las circunstancias no es razón para desestimar las vías diplomáticas de solución de controversias.
“De igual manera, reiteramos nuestra decisión de coadyuvar al restablecimiento de la tranquilidad del pueblo venezolano, por la vía del diálogo y la paz, para reducir las tensiones entre las fuerzas políticas y evitar la amenaza o el uso de la fuerza, indicó la cancillería.
JMSJ