Los cuerpos de cinco probables policías municipales de Tuzantla, Michoacán, que desaparecieron el lunes cuatro de febrero fueron encontrados dentro de un vehículo compacto con reporte de robo en el Estado de México que fue abandonado en la comunidad de La Lomaen, en la tenencia de Curungueo, de Zitácuaro.

Reportes preliminares refieren que vecinos del lugar llamaron al 911 para decir que habían abandonado un vehículo, y dentro tenía varios cadáveres, al lugar arribó personal de la policía local.

El automotor en el que estaban los ahora occisos es marca Nissan Tsuru, de color blanco, con placas de circulación PFR-381-W y que tenía reporte de robo del 12 de enero pasado. La zona fue resguardada por los elementos de Seguridad Pública en apego a la cadena de custodia.

Los peritos y los agentes ministeriales de la Fiscalía Regional de Justicia tomaron conocimiento del asunto. En el área fueron recolectados 30 casquillos percutidos para fusil de asalto AR15. Los cuerpos fueron trasladados al Servicio Médico Forense para la práctica de la necropsia respectiva y para su plena identificación.

En tanto la Procuraduría General de Justicia del Estado de Michoacán (PGJE), informó que realiza diligencias con relación al hallazgo de los cuerpos, así como el personal de la Fiscalía Regional.

En un comunicado señaló que continuará con las investigaciones correspondientes. El mismo día de la desaparició, el cuatro de febrero de los efectivos municipales, personal de la Secretaría de Seguridad Publica implementó un operativo de búsqueda -con más de 200 elementos- que se extendió a los municipios de Tuzantla, Benito Juárez, Susupuato, Tiquicheo y otros, sin haber logrado resultados favorables.

Fuentes consultadas manifestaron que posiblemente la vieja Familia Michoacana está relacionada en el caso, ya que en días pasados uno de sus integrantes conocido como Lalo Mantecas lanzó la amenaza de tomar represalias contra los policías por los operativos efectuados en ese municipio que han concluido en varios decomisos.

Indicaron que es una zona de disputa entre los remanentes de los Caballeros Templarios, Guerreros Unidos y la Familia Michoacana.

LEG