PROGRESO.- El futbolista Emiliano Sala fue velado el sábado en el club de fútbol de la ciudad argentina de Progreso, la localidad donde creció el jugador que falleció el mes pasado cuando el avión en el que viajaba al Reino Unido por una transferencia al Cardiff City se estrelló en el Canal de la Mancha.
Desde temprano habitantes de la ciudad se acercaban al gimnasio de Club Atlético y Social San Martín de Progreso, donde el delantero inició su carrera en las categorías infantiles, muchos vistiendo la camiseta rojinegra del equipo local, con el nombre “Emi” escrito en el dorso.
Un cartel con la leyenda “Emi, nunca caminará solo” colgaba fuera del polideportivo, mientras vecinos de la localidad de 2 mil 500 habitantes de la provincia de Santa Fe acudían al club a despedir al delantero que murió a los 28 años cuando se aprestaba para debutar en la Premier League inglesa.
“Es como si se fue un familiar mío (…) Es algo que no termino de comprender ni de aceptar porque duele muchísimo. El pueblo se apagó. Mi pueblo se apagó desde el 21 de enero”, dijo entre lágrimas, Lucía Torres, una vecina de la pequeña localidad santafesina.
Sala había tenido un meteórico inicio en la temporada 2018/19 de la Ligue 1 de Francia, marcando 12 goles en las primeras 20 fechas con el FC Nantes y llamando la atención del Cardiff City de la poderosa primera división inglesa.
Sin embargo, el 21 de enero, cuando viajaba hacia Gales para incorporarse al equipo de los “azulejos”, la avioneta que lo transportaba desapareció sobre el Canal de la Mancha. Casi dos semanas después la nave fue encontrada en el fondo del mar y el 7 de febrero se anunció la identificación del cuerpo de Sala.
“Me gustaría encontrar un responsable”, dijo Mirta Taffarel, tía de Sala, fuera del gimnasio donde mujeres con ramos de flores en las manos aguardaban para poder ingresar al velatorio.
El cuerpo de Sala había sido repatriado a Argentina el viernes y, tras arribar a la capital Buenos Aires, recorrió 540 kilómetros por tierra hasta Progreso.
Desde Europa también viajaron el entrenador del Cardiff City, Neil Warnock, y un excompañero del Nantes, Nicolas Pallois, para asistir al velatorio del futbolista que, hasta el momento de la transferencia, había desarrollado toda su carrera profesional en el fútbol francés.
dpc