Después de que el Partido de la Revolución Democrática (PRD), decidió iniciar el proceso de expulsión del diputado federal Mauricio Toledo por corrupción, el político se defendió a través de una carta dirigida a medios.
En los últimos días, una vez más, he sido blanco de intrigas y una campaña sucia orquestada dentro de mi propio partido. Con el procedimiento sancionador que iniciaron queda claro quién ha orquestado este montaje, pretendiendo desviar la atención de actos que fueron ventilados en audios y videos.
Los organizadores de la represalia, desde un juicio sumario absolutamente fuera de legalidad y falto de argumentos, ocultan su verdadero motivo. Pretenden sancionarme por hacer uso de mi legítimo derecho como legislador, consagrado en la constitución, por votar a favor del 1. Presupuesto Federal, 2. la Guardia Nacional y de 3. las reformas a la Ley Federal de Entidades Paraestatales, en este último caso, estoy en contra de cualquier forma de discriminación.
Más aún, la ilegalidad de este trámite viola flagrantemente el debido proceso al haberse dictado sentencia previa, antes de haber iniciado el procedimiento, sin aportar ningún elemento de prueba, por que no existen. El derecho de presunción de inocencia y legítima defensa es una de las conquistas logradas en nuestro sistema de justicia. Más allá de las decisiones finales, me reservo el derecho a las acciones legales que correspondan.
No me asombra que se obvie en este proceso. La represalia es por razones políticas y proviene del grupo que durante años ha medrado con el partido y es responsable de la salida, entre otros, de los fundadores del PRD. La consecuencia de sus actos es evidente; en los pasados comicios el partido estuvo a poco de perder el registro.
Hacer públicas mis diferencias y pedir un viraje en la política del PRD para acompañar en las coincidencias al gobierno de Andrés Manuel López Obrador y de los demás partidos políticos para construir una agenda nacional en favor de México ha motivado, dentro del PRD, una respuesta lamentable y de muy bajo nivel.
No creo en los extremismos, sean de derecha o de izquierda, porque en esencia son antidemocráticos. En consecuencia tomaré las decisiones que mejor crea convenientes y apoyaré las iniciativas que provengan del Presidente de la República, Morena, PRI, PAN, PRD y otros partidos políticos que sean en beneficio de todos, pero de manera muy particular de los mexicanos menos favorecidos.
Por último, dejo en claro que no tengo interés de integrarme a otro partido. Si finalmente decido separarme del grupo parlamentario, me mantendré como diputado independiente desde donde modestamente, como hasta ahora, trabajaré para la consolidación democrática de México.
Mi decisión definitiva, además de hacerla pública, la haré llegar en su momento al partido. En tanto eso sucede no haré declaraciones sobre estos temas.
TFA