Mi amiga Isabel Preysler de Vargas Llosa acaba de cumplir años el lunes pasado. Pienso que su vida no ha sido la de su país Filipinas, sino también de España y de la mayor parte de los países hispanoamericanos, y por qué no también algunos europeos. A través de ella, Julio Iglesias, Santiago de Santiago, Naty Abascal, Tita Cervecera, entre otras figuras, además de sus amistades mexicanas, hemos podido relatar cambios, retrocesos y avances de la Madre Patria. Y por supuesto, mientras la Madre Patria entraba y salías de crisis económicas, aumentaban las ansias independentistas de un área de Cataluña y la palabra que no nos gusta —“división– parecía volverse un color más de la bandera española. Por ende, estoy convencido que la Preysler ayuda a mantener unidos, tanto como a El Corte Inglés, Porcelanosa, La Liga de fútbol o la revista de Mamen Sánchez, ¡Hola!
Todos cuanto más escuchan a hablar de la Preysler vuelven rápido a casa. Ella posee una personalidad que fascina porque desconcierta. Unos dicen que su signo Acuario es parte de su esencia. No creo en ello. Para mí, el icono que se construyó es una referencia de su particular forma de vestirse (una de las mujeres más elegantes y enigmáticas de España) y de su peculiar transición al socialismo del PSOE (Miguel Boyer) y al liberalismo de Ciudadanos. Recuerdo que su principio monacal fue con Julio Iglesias en una boda de fantasía cuando ella tenía 19 años. Y así, como allá aprobaban su divorcio con el cantante hispano, la Madre Patria se modernizaba se dirigía hacia la UE.
Isabel pidió el divorcio, Julio no. Ella realizó l primer Me–Too de ¡Hola! Creo el mito de cómo divorciarse con elegancia innata. Cuando le pregunté cómo había descubierto su lado bueno para las fotos, apuntó que Iglesias le había enseñado el cómo, porque a Julio le gusta que lo retraten del lado derecho. Y es verdad que nuestra amiga es más sexy y divertida cuando se olvida que es una Preysler. Por eso, Iglesias, Carlos Falcó (marqués de Griñón), Miguel Boyer y nuestro conocido Mario Vargas Llosa deben poseer también su estrategia para las fotografías.
Su afecto/sentido del humor con este columnista es inmediato. Sin embargo, sus bromas son gallegas, y exóticas como Manila, pero nunca snob y puntillosa como le enseñó Boyer, político y físico. Una de las Boyer vivió mi casa de la Condesa y soy amigo de dos de sus hijos, además de la actual esposa de Julio, Miranda Reinsburger. Y dicen bien que desde hace años, Vargas Llosa e Isabel parecen pilotear la nave de “La Guerra de las Galaxias” para que su vida fuera sólo una. Nos deleitamos que están a bordo y, sin ser españoles, conocen mejor lo que es España. ¡Y olé!
Estuve en la inauguración del Chyna, elegante restaurante de Pablo Moctezuma y Beatriz Pasquel. Ya está de moda. Se ubica arriba del Puntarena de Palmas. Esa noche, nos ofrecieron Stay y Squad de pollo; Siu Mai con callo de hacha, Pato Pekinés, carne de res crujiente y arroz mixto. Delicioso. Lo calificó con 9.2. Allí vi a Stefano Conde con su esposa; Tano y Estela Moctezuma, Paco Sánchez, al pastor Sergio García; Sergio y Claudia Guzmán, y a Alberto y Gaby Letayf, y otras cincuenta personas. Les deseo el mejor de los éxitos.
Economista Plus. Habló –of course– de GINgroup del exitoso empresario Raúl Beyruti, que adquirió el 20.6% de El Economista de España, la mejor publicación financiera de España y que sé que fundaron Gregorio Peña, Juan González y Alfonso Salas. Y claro, habrá sinergia con Luis Miguel González, que dirige aquí El Economista, con lo que GIN ya se consolida como una de las firmas más importantes de habla hispana a la que también se sumaron Slud Tv y Travel Channel.
Otras notas: es posible que Servando González cambie de aires, sumando que se llevaría a su novia de Morelia, mientras los Dueñas (Daniel –a él le deseamos una pronta recuperación–, Martha y Daniela) organizaron comida en su nuevo espacio de Cuernavaca, donde las Adalid brillaron con su gran sentido del humor. Y hasta la próxima, ¡abur!