El líder de la oposición venezolana, Juan Guaidó, tiene previsto partir el jueves de Caracas en un convoy de vehículos rumbo a la frontera colombiana donde espera ayuda humanitaria que es rechazada por el cada vez más aislado presidente Nicolás Maduro.
Guaidó, a quien docenas de países reconocen como jefe de estado interino de Venezuela, dice que la oposición planea traer ayuda por tierra y mar el sábado para aliviar la escasez generalizada de alimentos y medicinas.
El dirigente opositor realizará el viaje de 800 kilómetros por tierra, desde Caracas a la frontera con Colombia, acompañado por 77 legisladores de la Asamblea Nacional, controlada por la oposición, dijo a periodistas Edgar Zambrano, vicepresidente del parlamento.
“Vamos a ir sorteando las circunstancias que se presenten en el camino (…) Constitución en mano, acompañando a Guaidó”, agregó Zambrano en una plaza del este de Caracas y desde donde estaba previsto la salida de los diputados en tres buses.
Esos buses se unirían al convoy de Guaidó unos kilómetros más adelante y en una autopista que da salida de Caracas hacia el oeste del país.
El gobierno de Maduro niega que haya una crisis humanitaria en el país y ha dicho que los militares permanecerán estacionados a lo largo de las fronteras para evitar posibles incursiones.
Maduro además acusa a la administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que apoya el esfuerzo de ayuda, pero también ha impuesto sanciones severas contra su gobierno, de tratar de forzar su salida.
Todavía no está claro cómo planea Guaidó conseguir el paso de la ayuda por el puente de Las Tienditas, uno de los ocho cruces en la frontera colombo-venezolana de 2.200 kilómetros de extensión.
Miembros de la oposición han sugerido que las cadenas humanas a través de la frontera colombiana pasan paquetes de ayuda de persona a persona y flotas de barcos que llegan desde las islas del Caribe holandés.
EU ha enviado toneladas de ayuda que es acopiada en la ciudad colombiana fronteriza de Cúcuta, lo que Maduro ha calificado como un “show barato”.
La vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, incluso dijo que la ayuda es venenosa y podría provocar cáncer.
El miércoles, Rodríguez informó que había cerrado la frontera del país con las islas caribeñas de Aruba, Curazao y Bonaire, luego de que el gobierno de Curazao dijera que ayudaría a almacenar la ayuda destinada a Venezuela.
DJOR