En un periodo de tres años, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) estableció de manera consecutiva criterios constantes de austeridad, eficiencia y racionalidad en el pago de bienes y servicios a proveedores, de acuerdo a información consultada del Instituto Nacional Electoral (INE) y del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI).

Más aún, en la aprobación de los Dictámenes de la Comisión de Financiamiento del partido, desde el 2016 la estrategia implementada ha consistido en: disminución de pasivos, realización de compras consolidadas, la implementación del proceso de ventanilla única de servicios y adquisiciones, modificaciones sustantivas a los procesos de adquisición, entre otras medidas.

La disminución de la deuda se realizó de conformidad con las siguientes cifras: en 2015, de un universo inicial de pasivos con 417 proveedores, se liquidó un total de 200; posteriormente, en 2016, de los 300 prestadores de servicios con quienes se tenían adeudos, se cubrió la totalidad del pasivo; en 2017, se cubrió el 100% de los adeudos pendientes, los cuales representaban más de 180 proveedores; y hacia finales de 2018, se tenía deuda con tan sólo cuatro proveedores.

En comparación con otros partidos políticos, el PRI redujo en un 80 por ciento su saldo pendiente en el periodo 2015-2016.

Lo anterior resulta relevante si se considera que, en dichos años, el PRI era la primera fuerza política y recibía el mayor financiamiento público.

No obstante lo anterior, con motivo del proceso electoral de 2018, este partido quedó relegado al tercer lugar de las preferencias de los votantes para elegir cargos públicos a nivel federal, lo cual implicó que se viera disminuido su financiamiento público en un porcentaje superior al 30% para el 2019 con respecto del ejercicio anterior.

Con la disminución del financiamiento, el panorama no parece ser el deseado comparado con otros años, ya que a esto hay que agregar que el 2 de junio se celebrará una nueva jornada electoral en algunos estados del país.

Sin embargo, de acuerdo a la evidencia disponible, el partido tiene finanzas sanas en relación con sus adeudos con proveedores. Por ello, podría encarar las elecciones en condiciones de mayor competitividad. En materia política y electoral, no estarán en la mejor posición, pero al menos, en sus finanzas, hay mejores noticias.

LEG