Celia Maya García dijo ser respetuosa de los poderes del Estado; así como estar convencida de que entre éstos debe haber colaboración, y que no debe existir subordinación; enfatizó que ninguno debe estar por encima del otro. Señaló en entrevista con 24 HORAS que se considera una persona liberal y progresista.

Es la segunda vez que está en la terna para ministra de la SCJN ¿tiene la esperanza de que ahora si la elegirán?

– A través del consejero jurídico del Presidente, Julio Scherer Ibarra, él fue quien me llamó;
también la vez anterior me llamó, y esta segunda vez me dijo: “le notifico que está en la terna”. Pues ni modo que uno rechace; que tal vez sí, ahora sí.

Yo creo que tengo las credenciales suficientes para poder ocupar ese cargo, y considero que mi trayectoria de 40 años como impartidora de justicia en Querétaro, tanto en Sala Civil, como en Sala Constitucional, más mi experiencia de 30 años dando clases en la Universidad Autónoma, y en otras universidades, también. Mi acercamiento con la sociedad me permite conocer a la gente, y mi cuestión de cómo imparto justicia escuchando a quién lo solicita.

¿Qué opina de las otras dos contendientes: Yasmín Esquivel y Loretta Ortiz?

– Son dos profesionales del derecho, que llenan los requisitos para estar en la terna. Una de ellas tengo entendido que se dedica fundamentalmente a la academia, y la otra es magistrada de lo administrativo. Yo creo que llenan los requisitos, pero yo tengo una experiencia de 40 años de impartir justicia.

¿Qué les dice a quienes cuestionan su imparcialidad debido a su cercamiento con López Obrador y Morena?

– En algún momento fui candidata externa. De Morena sí estoy anotada como miembro del partido; pero digo que, si fuera militante, no me apenaría… y yo, bueno, si estoy en el partido no me molesta; éste tiene un proyecto para el país que comparto, pero también no asisto porque ¿a qué hora voy al partido?, si todos los días tengo que estar impartiendo justicia, (o) dando clases.

Eso no tiene que ver, porque no es un impedimento legal (o) moral. Como dicen, no sé dónde estaría la falla moral, porque para lo único que me ha servido ha sido para el acercamiento con la gente y conocer cuál es la realidad social que vivimos en este país.

Yo creo que eso, al contrario, es un conocimiento que me nutre y me da una mayor sensibilidad para conocer e impartir justicia.

La SCJN sólo cuenta con dos mujeres ministras, ¿es necesario que se abran más espacios para ellas?

– Claro que debe haber más ministras. En este caso, ya el Senado perdió la oportunidad en diciembre de haber puesto otra mujer; porque de esa manera hubiera habido tan siquiera tres, porque ahora hay una terna de tres mujeres; ahora, quieran o no, van a tener que nombrar a una mujer.

Pero en el pasado hubo un hombre, y se fueron con el varón, cuando era una oportunidad
de abrirlo hacia las mujeres e ir aportando más a esa cuota de género que en la Suprema Corte; están bastante atrasaditos.

¿Qué retos enfrenta la Corte en este sexenio?

– La sociedad siente muy lejana a los ministros, esa es una realidad que estamos viviendo. Hay muchos juzgadores que se encierran como una torre de marfil, porque tienen que estudiar los asuntos. Yo también los estudio, porque los tengo estudiar, pero me gusta conocer la versión de la gente, conocer a la gente y entender de qué se está tratando.

¿Defenderá la autonomía del Poder Judicial?

– Sí. Siempre he defendido la autonomía del Poder Judicial. La palabra autonomía no es la precisa, la palabra correcta es su independencia. Tiene que ser independiente de los otros poderes para resolver; no es nada más una autonomía técnica, es una independencia total en una función que nos corresponde: impartir justicia. No deben intervenir los otros poderes.

No creo que se vaya a dar una injerencia del Poder Ejecutivo; en caso de darla, no se va a atender. En el ejercicio de mi vida profesional, he dejado muestras de que soy una juez independiente.

¿Cuáles va a ser su aportación en caso de ser elegida?

– Mi manera de impartir justicia, mi cercanía con la gente. Buscaré y se lo planteare a los otros ministros. ¿Cómo le vamos a hacer para reducir el número de asuntos que debe conocer la Corte y enfocarnos nada más en asuntos judiciales? Porque ahora la Corte tiene muchos asuntos.

En mi sala resuelvo asuntos mercantiles, civiles, familiares y participo en la Sala Constitucional local. La columna vertebral del derecho está en el derecho civil; ahí derivan todas las ramas, y de ahí lo toman. Yo conozco todo eso, lo he aplicado durante 40 años, y lo voy a aportar a al Corte.

Existen fricciones entre el Poder Ejecutivo y el Poder Judicial, ¿será usted mediadora en este conflicto?

– No voy a ser mediadora, no nos corresponde. En la Corte daré mi punto de vista de lo que exista. Todas las resoluciones del Poder Judicial, lo que tienen que hacer es resolver todas las resoluciones conforme a la función que le tiene encomendada la Constitución; y los demás poderes tendrán que respetar las decisiones del Poder Judicial basadas en lo que ordena la Constitución. Porque la Suprema Corte interpreta la Constitución.

El presidente Andrés Manuel López Obrador ha propuesto la creación de un Tribunal Constitucional, ¿está usted de acuerdo?

– La Corte es, hasta ahora, el tribunal constitucional; y yo creo que puede seguirlo siendo. Pero si estamos en austeridad ¿Para qué queremos dos órganos si ahorita la Corte lo está haciendo bien?

¿Debe haber un Poder Judicial austero?

– Sí, sí es necesario porque tenemos un grave problema de presupuesto, y hay que ver no solamente en la SCJN, sino en todas las dependencias públicas; no hay que tener gastos superfluos y hay que concretarnos a lo que tenemos, y si andamos sobrados de personal, restringirlo. La justicia es un bien que toda la gente quiere, tampoco se trata de que la justicia no pueda operar con lo necesario.

LEG