La producción de crudo registró en enero pasado su nivel más bajo desde 1984 para ese mes al situarse en 1.623 millones de barriles diarios, lo cual implica una caída del 15% anual y del 5% respecto a diciembre que se aproximó a 1.71 millones de barriles.
En el documento de Criterios de Política Económica 2019, la Secretaría de Hacienda (SHCP) estimó que en el 2019 se producirían en promedio 1.847 millones de barriles diarios, con lo cual, la cifra de enero se ubica por debajo en 12.1%, es decir, 224 mil barriles diarios.
La SHCP estima que por cada 50 mil barriles menos de producción diaria, se perderían alrededor de 19,400 millones de pesos en los ingresos del sector público, estimado en 0.08% del PIB. En este caso, hablamos de 224 mil barriles diarios, que representan cerca de 86,400 millones de pesos que están en riesgo (0.35% del PIB).
El viernes pasado, Moody´s indicó que el Plan de Fortalecimiento Fiscal de Pemex es insuficiente y “decepcionante” y tiene dos implicaciones negativas para la calificación crediticia de México. El alivio fiscal para Pemex afectará los ingresos del gobierno y en el 2020 tendrá que hacer ajustes mayores con efecto hacia los ingresos federales.
La disminución en la recaudación de impuestos de Pemex prevista en el Plan y que representa una pérdida alrededor de 750 millones de dólares podría comprometer el objetivo presupuestario del gobierno federal. En segundo lugar habrá un desafío en el financiamiento a mediano plazo de Pemex.
Este día se da a conocer el PIB final al 4T´18 estimado en 1.8 a 1.7% anual, haciendo evidente el proceso de desaceleración que enfrenta la economía mexicana. Este efecto, seguramente lo veremos en la recaudación de impuestos “futura” por parte del gobierno federal.
Las expectativas del 2019 son muy modestas al estimar crecimientos que van del el 0.9 y hasta 1.9% del PIB por parte de diversas instituciones.
Hace unos días, Fitch consideró que el Plan de Fotalecimiento a Pemex es positivo pero insuficiente porque requería entre 12 y hasta 17 mil millones de dólares versus los 5,600 millones de dólares definidos.
Dentro de ese estimado, el gobierno consideró que 32,000 millones de pesos (1,700 millones de dólares) vendrían por “ingresos por menor robo de combustible”, lo cual se considera además, muy prematuro.
Hoy, el gobierno enfrenta un reto muy importante porque se está jugando la calificación crediticia de México.
Hasta ahora, hemos visto condiciones de mercados muy estables, en donde la inversión “extranjera” ha aprovechado el alto nivel de tasas de interés que tiene México vs otros países o regiones. Por eso, el tipo de cambio no ha visto una presión más significativa.
Sin embargo, tanto Moody´s como Fitch hacen un llamado de “precaución”, primero al gobierno federal y en segundo lugar al inversionista a cuidar y ser selectivo en las inversiones, ya que un ajuste en la calificación generará riesgos sobre un mayor costo por servicio de deuda, riesgos de una menor recaudación ante una menor producción petrolera y un menor crecimiento de la economía mexicana.