La pluralidad del “grupo de contrapeso” parece ser solamente la de ellos mismos.
Todos han sido parte de organismos federales o locales con autonomía de gestión. Ciertamente, han sido cabeza y dirección de una pluralidad de organismos autónomos y también partidarios.
Algunos, como Agustín Basave, fueron invitados a presidir un partido, el PRD, sin haber tenido militancia y lo abandonaron después de una avalancha de incompatibilidades que no le impidieron ser legislador por esa franquicia en crisis -una autonomía interna privilegiada semejante a la concedida a Miguel Ángel Mancera quien sin ser parte del PRD terminó dirigiendo una coalición que lo hizo senador…por el PAN.
Este “nuevo” grupo “plural” tiene como motivador más visible al gobernador de Chihuahua, Javier Corral, quien busca, como Enrique Alfaro, gobernador de Jalisco, alguna plataforma para crear condiciones en el lanzamiento de su precandidata presidencial en un contexto de enorme fuerza de Morena y del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Se atribuye a Alfaro, y a otras voces, haber llamado a moderar el mensaje “anti AMLO” y enfatizar, en vez del tema de ser contrapeso, el relacionado con la promoción de “la pluralidad” ante la detestada fuerza de Morena -la cual, por cierto, no carece de pluralidad.
A pesar de la concentración de los argumentos en contra del “autoritarismo” y “fundamentalismo unipersonal” de Morena por parte de las plumas cercanas al nuevo colectivo de elite -en contraste con agrupamientos de grupos sociales- decidieron, con un matiz que hay que reconocer, subrayar “pluralidad” como su valor ante la opinión publica.
Han ocupado posiciones de primer orden en la corriente encabezada en el PAN recientemente por Ricardo Anaya o en el PRD por Jesús Ortega, Jesús Zambrano, Mancera y los integrantes de sus grupos políticos.
Fueron precandidatos o candidatos de la alianza entre panistas, perredistas y Movimiento Ciudadano.
Han destacado en el mundo académico, técnico-político y editorial como algunos de ellos muy cercanos a José Woldedenberg, quien sin ser parte explícitamente del grupo “plural” respalda a Ricardo Becerra o a su sobrino, Salomón Chertorivsky, ex secretario de Mancera.
Todos son relevantes voces que han sido capaces muy frecuente y a veces ininterrumpidamente de detentar posiciones de primer nivel en el poder federal y local.
Emilio Alvarez Icaza peleó ser candidato a la Presidencia de la República por la asociación Ahora, la cual vivió tensiones que la llevaron a prácticamente disolverse luego de que entrara al Senado por la coalición predominantemente panista. De ella se distanció habiendo logrado el escaño, en donde ahora es independiente o “sin partido” según la nomenclatura que se elija.
Aplaude al “grupo plural” y “con mucho interés” el gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles, quien desertó de la coalición de Anaya para apoyar a José Meade.
Si se busca “Grupo Contrapeso” en Google aparece una banda de música norteña que busca “equilibrio”.
La música que han tocado muchos de aquellos mencionados deberá de ser diferente a la promoción de su propias candidaturas. Si no, la pluralidad de que hablan es la misma música de siempre.
@guerrerochipres