Tras el anuncio del presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, sobre el aumento al salario mínimo y de prestaciones, motivó a varios sindicatos de trabajadores a una serie de huelgas que, si logran triunfar, es probable que se expanda a otras agrupaciones; si no, simplemente será una expresión de un sector muy pequeño de trabajadores, dijo Hugo Sánchez Gudiño, académico de la Facultad de Estudios Superiores Aragón de la UNAM.

“Dependiendo del resultado que tengan las actuales huelgas, si logran obtener el 20 por ciento de aumento y logran más prestaciones, entonces se desataría una cascada de otros movimientos que las inviten a conseguir estos logros; pero si estas huelgas no tienen éxito, todo el mundo se va a replegar porque va a ser el mensaje hasta donde va a ser el límite de las negociaciones”, resaltó en entrevista para 24 HORAS.

Para el investigador, las huelgas que se han presentado en las maquiladoras de Tamaulipas, en la Universidad Autónoma Metropolitana y en la Universidad Autónoma de Chapingo, hay un aspecto “novedoso”: el asesor legal de estos movimientos es Arturo Alcalde Justiniani, padre de Luisa María Alcalde, secretaria del Trabajo y Previsión Social.

“Uno de los objetivos del actual Gobierno es que las estructuras tradicionales sindicales cambien, se democraticen. Yo creo que en las negociaciones que pudieran darse, por la trayectoria que tiene la secretaria del Trabajo, probablemente haya ciertas simpatías por movimientos sindicales y, del lado patronal, no hay propuestas que sean muy viables”, aseveró.

Indicó que con la política de austeridad implementada por el Gobierno federal que ha generado una gran cantidad de recortes y despidos de personal no sindicalizado, sobre todo del sector público, ha provocado en los sindicatos temor de que la austeridad pueda reducir sus prestaciones.

“Muchos se ven movidos por esta situación al exigir el 20% que, sería de manera proporcional, el mínimo a lo anunciado”, manifestó.

Respecto al desempeño de la titular de la STPS, Sánchez Gudiño dijo que su actuación ha sido acertada, ya que en el pasado la STPS, en lugar de ser un mediador, se convertía en un aliado de la patronal.

“En los años anteriores, la Secretaría del Trabajo no apoyaba a los trabajadores, sino todo lo contrario, se aliaba con los propios patrones para declarar inexistentes las huelgas, y tratar de manera legal de que éstas fueran derrotadas. En este momento no se ha visto que sea el ánimo de la secretaria, quizás sea por eso la prolongación de los conflictos”, concluyó.

LEG