La clase gobernante es poco adepta a las estadísticas, más cuando se trata de cifras que demuestran que las cosas no van bien. El nuevo régimen no escapa a esta realidad. Cada mes, el INEGI publica el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE), un índice con el que se mide el comportamiento mensual de la economía mexicana. Tiene un carácter coyuntural y no definitivo, aunque sí refleja las tendencias del país en el corto plazo.

El INEGI anunció en estos días una preocupante reducción de la economía en el último mes de 2018. En términos del IGAE, la actividad cayó en 0.4%, en comparación a noviembre pasado. Se trata, según consta en los archivos, de una de las contracciones más pronunciadas del año pasado.
Las actividades primarias, secundarias y terciarias registraron reducciones considerables. Los servicios, el sector que más contribuye al crecimiento del país, tuvieron una caída de 0.6%.

Estas cifras son reflejo de una realidad preocupante. Los datos poco alentadores han llevado a los principales analistas internacionales a reducir sus perspectivas para este 2019, un año que en México arrancó de forma convulsa. La cancelación del NAIM, la crisis de abasto de gasolinas y los bloqueos en vías férreas han traído ya consecuencias negativas para el país.

Goldman Sachs redujo de forma considerable sus previsiones para la economía mexicana. De 2% en 2018, el crecimiento del PIB para este 2019 pasaría a 1.5%. Uno de sus principales analistas, Alberto Ramos, advirtió que “una serie de factores ideológicos” han intensificado la desaceleración en este primer trimestre.

Por su parte, Monex adelantó que el IGAE para el mes de enero podría incrementar su debilidad, ya que para este mes se verán reflejadas las consecuencias directas de los bloqueos en las vías férreas y de las huelgas en las maquiladoras del norte del país.

Esta coyuntura preocupa a los responsables de las áreas de análisis de grupos financieros internacionales. Sus reportes, consultados puntualmente por los tomadores de decisiones, indican que en México se registra un clima cada vez menos propicio para la inversión y las exportaciones. En economía, todo tiene consecuencias.

Sólo la experiencia que da el ejercicio del poder, y no el de la oposición, demostrará al nuevo Gobierno, en particular al presidente López Obrador y a su secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, que en muchas ocasiones, las agendas políticas pueden verse opacadas por la realidad económica, que siempre acaba por imponerse.

Segundo tercio. El Banco de México informa que, entre octubre y diciembre del año pasado, salieron del país mil 125 millones de dólares. Se trata de dinero de ciudadanos mexicanos con activos financieros más allá de nuestras fronteras.

Tercer tercio. El gobernador de Campeche, Alejandro Moreno, se perfila como el candidato más viable para dirigir al PRI, un partido que llega a los 90 años de vida sumergido en una de sus peores crisis. Renovarse o morir, insisten en los pasillos del viejo edificio de Insurgentes Norte.